El Gobierno andorrano comprará dos eléctricas por unos 4.500 millones

El Gobierno andorrano ha entrado en la fase final de las negociaciones que le llevarán a ser propietario de la energía eléctrica que se consume en su territorio. Andorra otorgó en el año 1929 a la empresa Forces Hidroeléctriques Andorranes SA, (FHASA), la concesión de producir la energía eléctrica necesaria para el principado, pero no el derecho a la importación. FHASA produce el 40% del consumo de Andorra.

Posteriormente, se creó la empresa distribuidora Electricitat Andorrana SA (EASA), que en la actualidad distribuye la mayor parte de energía eléctrica en Andorra y que importa el resto del Estado español. Esta importación, no autorizada por escrito, se hace mediante un acuerdo tácito entre el Gobierno y la empresa FHASA. La concesión con dicha empresa termina el año 2009, pero ante las dificultades de aprovisionamiento con las que cuenta en la actualidad el principado, provocadas por el aumento del consumo y frente a la necesidad de poner en pie una infraestructura de importancia, el Gobierno andorrano se planteó la posibilidad de compra de las sociedades FHASA y EASA.

Regateo a la baja

El precio inicial de venta fijado por ambas empresas fue de 4.500 millones de pesetas. Según fuentes gubernamentales, esta cantidad se vería ostensiblemente re ducida en la fase final de la negociación. La transacción podría producirse antes de finales de año, después que el Parlamento andorrano diera su acuerdo y votara un crédito extraordinario para esta compra, parte de la cual sería cubierta por una partida que se incluiría en el ejercicio presupuestario del año próximo. Cabe destacar que el presupuesto del año anterior quedó fijado en 11.000 millones de pesetas.La empresa FHASA, que preside el francés Jacques Breaud, tiene sus acciones distribuidas en Francia y en España, 50% en cada país; el consejero delegado de la empresa es el español Antonio Marimón. Los andorranos tiene explícitamente prohibido participar accionarialmente en la sociedad. El principado de Andorra, una vez disponga de la libre importación y distribución de energía, tiene la intención de establecer contactos con la empresa nacional española Redesa y con la francesa EDF.

El invierno pasado Andorra tropezó con un importante problema energético al saturarse las líneas de alta tensión que abastecían el Principado. El consumo aumentó en un año en un 8%. Esta sobrecarga determinó que la empresa distribuidora restringiera los permisos de instalación de contadores, ¡imitándolos a un máximo de tres kilovatios, para aquellos que habían solicitado el permiso antes de este invierno pasado, negándose a aceptar nuevas demandas. De cara a la próxima temporada invernal se ha encontrado una solución de emergencia que consiste en recuperar mediante acumuladores un 8% correspondiente a la electricidad que se perdía en función de la distancia que había de recorrer.