Ferrer Salat, Punset y el capitán general de Cataluña figuraban entre los objetivos del 'comando Barcelona'

CARLOS YÁRNOZ, Los miembros del comando Barcelona de ETA Militar detenidos el pasado día 5 en la capital catalana disponían de abundante información sobre personalidades y empresas contra las que pretendían atentar en breve. Según consta en la documentación intervenida al comando, entre esas personalidades figuraban el presidente del Comité Olímpico Español, Carlos Ferrer Salat; el empresario Alberto Folch Rusiñol, propietario de Titanlux; el capitán general de Cataluña, general Baldomero Hernández, y el ex ministro Eduardo Punset. También disponían de información y planos de unas 40 empresas radicadas en Cataluña.

Tras la detención de los tres terroristas integrantes del comando, la policía les ocupó en uno de los pisos que utilizaban la citada documentación, integrada fundamentalmente por recortes de prensa y mapas elaborados por los etarras. Gran parte de esta documentación, según personas que conocen el contenido de la misma, se encontraba en el interior de una carpeta verde con la inscripción "Información" y de un sobre en el que figuraba la palabra "Ilustres".Muchos de los personajes sobre los que los etarras habían conseguido fotografías, direcciones o teléfonos son personas directamente relacionadas con la organización de Barcelona 92.

Varios recortes de una revista de difusión nacional encontrados en poder de los etarras recogían escenas familiares de Carlos Ferrer Salat -del que, según parece, tenían mayor abundancia de datos- y algunos amigos, así como una pequeña fotografía de Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional. Junto a las fotografías de Ferrer Salat, publicadas el pasado verano, había una nota con el siguiente texto: "El viejo es el portero, que parece que anda tranquilo. Esta mujer es la mujer del pájaro: señora de Ferrer Salat".

Datos sobre Punset

En cuanto a Eduardo Punset, hoy eurodiputado del Centro Democrático y Social (CDS), una rota en poder de los etarras indicaba que el ex ministro es profesar de la Escuela de Administración y Dirección de Empresas (Esade), cuya dirección y teléfono constaban en la misma hoja. También se especificaba que Funset es presidente del Instituto Tecnológico Bull.

Sobre el empresario Folch Rusiñol, el comando de ETA tenía recogidos varios datos, como si horario laboral -de ocho de la mañana a una de la tarde- en la fábrica de Titanlux, cuya dirección se adjuntaba. En el mismo documento se hacía constar que el patrimonio de este empresario es de 16.000 millones de pesetas.

Otras personas cuyos movimientos habían sido seguidos por los etarras eran militares, entre ellos algunos que trabajaban en el hospital Militar de Barcelona, así como algún mando de la Armada destinado en la capital catalana.

Entre las empresas que figuraban en la documentación de los etarras estaban Ebamsa-Fontvella, Schwartz-Haumont, Sofacel, Fichet, Pastas Gallo, Componentes Electrónicos, Servomecánicos, Bardinet, Safa, Compañía General de Radiología de España, Danone, Saunier, Ricard, Fernod, Sodefasa, Bendibérica, Dubonet, Laboratorios Roger Fellon, Zodiac y Sodefesa. La mayoría de estas empresas han sido creadas con capital francés.

Junto al nombre de cada una de estas empresas, los etarras disponían en su documentación de detallados planos con la situación de las mismas y unos comentarios sobre las medidas de seguridad y protección de que gozaban. En varios casos, como el de Componentes Electrónicos, figuraba, de acuerdo con las fuentes informantes, la siguiente frase: "Está bien para darle".

Según las investigaciones policiales efectuadas tras la detención del comando Barcelona, una buena parte de las informaciones de que disponían los etarras sobre las empresas fue obtenida por Juan Luis Aguirre Lete, natural de San Sebastián, que colaboraba con el comando de ETA en la recogida de información.

De acuerdo con las fuentes policiales informantes, Aguirre Lete recibió de los miembros del comando 250.000 pesetas para que adquiriera una motocicleta con la que moverse por la ciudad y sus alrededores, y en efecto, adquirió una Yamaha 250 de segunda mano. La policía no ha logrado detener todavía a esta persona, de quien se cree que habrá huido a Francia.

Igualmente, la policía trata de localizar a otra persona de nacionalidad francesa que periódicamente -cada semana, según parece- mantenía contactos con los integrantes del comando Barcelona para transmitirles las órdenes de la dirección de ETA Militar. Este francés, del que se desconoce su identidad, también trasladaba a la capital catalana automóviles que posteriormente fueron empleados como coches bombas por el comando.

Coche para Hipercor

Así, por ejemplo, el intermediario hizo llegar a comienzos de mayo pasado al comando dos automóviles que dejó aparcados en las inmediaciones del campo de fútbol del Barcelona, el Camp Nou. Uno de esos automóviles, en cuyo interior había 200 kilos de explosivo amonal, era el Ford Sierra que semanas después, el 19 de junio, fue empleado para realizar el atentado contra los almacenes Hipercor, a consecuencia del cual fallecieron 21 personas.

Otro sistema empleado por la dirección de ETA para hacer llegar material al comando Barcelona consistía en realizar envíos a través de la empresa de transportes Helguera. Con esta fórmula, y utilizando nombres falsos, los etarras recibieron desde octubre de 1986 hasta su detención un total de 90 kilos de material diverso.

Otro envío de estas características fue descubierto casualmente por la policía en una de las áreas de servicio de la autopista Barcelona-Martorell el día 6 de junio.

En el interior de un automóvil que debían recoger los etarras fueron encontrados 102 kilos de explosivo amonal y una carta de la dirección de ETA con instrucciones para el comando.