Benegas afirma que los empresarios no deben ser considerados como enemigos del PSOE
El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, invitó ayer a los asistentes a la Escuela de Verano 1987 a reflexionar sobre si "los empresarios, los capitalistas, son enemigos del proyecto socialista, o si más bien hay que establecer con ellos unas nuevas relaciones, implicándoles en la organización de la solidaridad, como, por ejemplo, en la creación de empleo juvenil". Benegas defendió que "el Gobierno debe ser beligerante y discriminatorio en favor de las víctimas de la crisis económica, de los que han perdido su empleo y de los jóvenes".
Txiki Benegas inauguró ayer la Escuela de Verano del PSOE 1987 con un discurso en el que abundaron las reflexiones autocríticas, así como algunas consideraciones que suscitarán probablemente polémica en algunos ámbitos de su partido y de la UGT. Recién concluidas las III Jornadas de Reflexión de Jávea -en esta ocasión dedicadas al Compromiso europeo del socialismo-, y poco después de que relevantes socialistas protagonizasen en Santander un seminario sobre Crisis y transformaciones económicas en la España del siglo XX, el secretario de organización del PSOE dio ayer un nuevo impulso a la ofensiva socialista tras la nueva pérdida de apoyo electoral en las elecciones del pasado mes de junio.En un ostensible deseo de mostrar a la sociedad que el PSOE ha asumido la advertencia que supusieron aquellos comicios municipales y autonómicos, y que ha iniciado un extenso y profundo debate sobre las modificaciones que debe introducir en su política gubernamental, Benegas reconoció que es necesaria una "renovación ideológica" del socialismo democrático. E incluso apuntó la conveniencia de una "renovación del lenguaje", ante la creencia de que los socialistas utilizan conceptos y expresiones que resultan "lejanas" a los ciudadanos.
Partidario de "revisar los viejos dogmas", según dijo, el secretario de organización del PSOE transmitió a los asistentes a la Escuela de Verano -celebrada este año bajo la denominación España-Europa, un compromiso socialista- que "se apunta la conclusión de que el socialismo no debe mantener un sector público deficitario", porque debe economizar sus recursos para promover la superación de las desigualdades sociales. Un propósito que presentó incluso como el elemento diferenciador en estos momentos entre el capitalismo y el socialismo.
Dispuesto, al parecer, a reinterpretar desde una óptica socialista valores que han sido defendidos, o apropiados, por el neoliberalismo, Benegas advirtió que no puede ser descalificada la "sociedad consumista", cuando el aumento del consumo es una demanda de amplios sectores sociales. El socialismo, abundó, debe afrontar el reto de defender los valores del individualismo, como el esfuerzo y el trabajo personal, si bien orientándolos hacia la solidaridad.
Para redondear el impulso a la reconsideración de antiguas concepciones, el dirigente socialista resaltó que en estos momentos la emancipación del ser humano no pasa por oponerse a la "plusvalía", sino a las desigualdades, y, en todo caso, a aquello que los más explotados, los jóvenes y los desempleados, juzguen ellos mismos que provoca su explotación.
Creación de empleo
Benegas apuntó que el interés nacional puede consistir en estos momentos en que funcionen con eficacia la sanidad, los transportes, la Administración y mejore la calidad de la enseñanza. En este contexto, y tras defender un crecimiento del producto interior bruto que permita la creación de empleo, el secretario de organización del PSOE afirmó "que hace falta una reconversión histórica del sindicalismo, de modo que los sindicatos no sean sólo reivindicativos sino un factor socio-político" que contribuya a la "organización de la solidaridad en España".Por otra parte, la propuesta realizada por Alfonso Guerra el pasado fin de semana en Jávea, de crear un partido socialista federal europeo, fue considerada ayer por Mel Quebal, delegado para el mundo desarrollado y adjunto al secretario de relaciones internacionales del Partido Socialista francés, Louis Le Pensec, como "quizás un poco prematura, pero en ningún caso fantasmagórica".
Mel Quebal se refirió al grupo parlamentario socialista del Parlamento Europeo y a la Unión de Partidos Socialistas de la Comunidad Europea como estructuras que marcan ya actualmente la evolución hacia un federalismo europeo. "Pero existen todavía divergencias entre los distintos partidos principalmente sobre los problemas de defensa", añadió el responsable socialista francés.
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