Encarcelado por tráfico de drogas el ex presidente del Banco de Navarra
, Juan Palomeras Bigas, de 55 años, ex presidente del desaparecido Banco de Navarra, se encuentra encarcelado en la prisión de Carabanchel, de Madrid, desde el pasado agosto, acusado de un presunto delito contra la salud pública, después de que fuera detenido por funcionarios de la Brigada, Central de Estupefacientes y de la comisaría de Barcelona en el aeropuerto madrileño de Barajas, cuando pasaba droga. a otra persona.
Palomeras fue detenido en el aeropuerto de Barajas el pasado 30 de julio, según informaron fuentes oficiales, en el momento en que realizaba una entrega de 100 gramos de cocaína a Antonio Daimiel Garzón. El detenido, que había sido objeto de un minucioso seguimiento por parte de la policía de Barcelona, tenía a su cargo una asesoría jurídica en la calle de Pau Claris, número 128, de Barcelona, en la que la policía localizó 175 gramos de cocaína, así como instrumentos de corte y pesaje de la droga. Palomeras Bigas había despertado las sospechas de los funcionarios de policía que le atribuyen un papel de receptor y distribuidor de droga procedente de Colombia. El detenido justificó, al parecer, en comisaría su actual actividad en función de su precaria situación económica, ya que había contraído numerosas deudas.
Irregularidades financieras
Juan Palomeras se inició en el mundo de los negocios con la fundación de la empresa Motion Pictures Investments Co., que produjo algunas películas, como Simón Bolívar o El último sábado. En 1970 transformó esta empresa en un fondo de inversiones, al que bautizó con el nombre de MPI (las iniciales de la compailía cinematográfica), que llegó a tener 30.000 socios y un capital de 4.000 millones de pesetas. En 1974 adquirió el Banco de San Adrián y le cambió el nombre por el de Banco de Navarra. En esta entidad absorbió la Caja de Crédito para la Vivienda, la Caja Continental y la Caja de Crédito y Ahorros.
En enero de 1976, en el curso de una inspección ordinaria del Banco de España, se descubrieron gravísimas irregularidades financieras en el Banco de Navarra. Esta entidad, fuertemente endeudada con otros bancos, había concedido avales y créditos por encima de los límites legales al grupo empresarial catalán NIPI, que también estaba presidido por Palomeras y que le había servido a éste, en ejercicios precedentes, para hacerse con el control del banco.
La crisis del Banco de Navarra se agudiza en los años siguientes. En 1978, el Banco de España, y el sector bancario crean una sociedad mixta, la Corporación Bancaria, para hacer frente a la crisis del sector en general y para intentar adquirir y sanear el Banco de Navarra en particular. Palomeras y su gente se oponen a la intervención de la nueva sociedad en el Banco de Navarra y propician la quiebra de la entidad. Desde entonces se sucede una larga serie de querellas y procesos judiciales que se entrecruzan entre acreedores, administradores de la entidad y el Banco de España.
Palomeras fue juzgado por tres delitos de falsedad en la contabilidad de la entidad, por lo que se le pedían seis años de cárcel. Tanto la Audiencia de Pamplona como el Tribunal Supremo le absolvieron. En este grave revés financiero, Palomeras, el primer banquero detenido y juzgado en España, perdió toda su fortuna personal y fue defendido por el abogado Crispín de Vicente, el mismo que se ocupó posteriormente de la defensa de José María Ruiz-Mateos.
El 20 de septiembre de 1981, Juan Palomeras fue nuevamente detenido en Barcelona al no poder hacer frente a una fianza de 30 millones que le impuso un juez en el procedimiento de quiebra. Por esta causa fue encarcelado durante ocho meses. Al ir a detenerle la policía, Palomeras huyó por una ventana de su casa, pese a lo cual fue localizado y conducido a la cárcel. El policía que le detuvo fue Francisco Álvarez, quien durante una etapa en la que se encontraba excedente del Cuerpo había trabajado como responsable de seguridad del Banco de Navarra.
La quiebra de esta entidad bancaria terminó en mayo de 15,84, tras seis años de litigios, mediante un acuerdo entre accionistas y acreedores. El Banco de Navarra contaba con 750 empleados y 60 oficinas.
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