La policía surcoreana irrumpe en dos centros de trabajo y detiene a 180 huelguistas

Miles de policías antidisturbios penetraron ayer en la fábrica de automóviles de Daewoo, al oeste de Seúl, y en los astilleros de Hyundai, en el puerto sureño de Ulsan, y arrestaron a 180 huelguistas, a raíz del anuncio del Gobierno de Corea del Sur de arremeter contra las protestas violentas de los conflictos laborales.

Chung Kuan Yong, ministro del Interior, subrayó que la violencia industrial ha sobrepasado los límites de la tolerancia y que en el futuro se reprimirán con firmeza esos incidentes.El jueves murió un obrero de la Hyundai y otros cuatro resultaron gravemente heridos cuando un camión se precipitó sobre un grupo de huelguistas que protagonizaban una sentada e impedían el tránsito. Con éste son dos los operarios muertos durante los conflictos laborales de las últimas semanas.

"Las fuerzas policiales intervendrán dentro de las fábricas, incluso sin que lo pida la dirección de la empresa", afirmó el ministro, para destacar la decisión del Gobierno de frenar la violencia de los conflictos.

Las protestas continuarán

Sin embargo, los líderes obreros de la Hyundai han reiterado su intención de continuar las protestas, por un año o el tiempo que sea necesario, hasta tanto obtengan una subida justa de salarios, si bien se comprometieron a poner fin a la violencia. Los obreros reivindican una subida del 14%, mientras la dirección de la compañía ha situado el techo del incremento en un 11%.Por otra parte, alrededor de un millar de estudiantes de la universidad de Yonsei realizaron ayer en Seúl una manifestación para reclamar la puesta en libertad de varios líderes estudiantiles detenidos el mes pasado.