El juez investiga la situación legal del parque acuático en el que se accidentó la joven muerta en Ibiza

Tres días después del accidente en el parque acuático Aguamar, de Ibiza, que costó la vida a Margarita Serra, de 14 años, la ocupación de las instalaciones era, a las once de la mañana de ayer, del 80%.'Una larga cola se había formado a esa hora en el cuádruple tobogán foam (en inglés, espuma) donde se produjo el encontronazo entre la joven y un bañista extranjero, que la golpeó en la cabeza con la cadera, causándole traumatismo craneoencefálico. Fernando Franco Torres, director del parque, declaró que su empresa está dispuesta a indemnizar a la familia de la víctima por encima de la cantidad que cubre la póliza suscrita con la compañía Plus Ultra. Aguamar forma parte de un complejo turístico propiedad de la familia de Abel Matutes. El juez investiga si las instalaciones tenían los permisos correspondientes.

Fernando Franco prestó ayer, de nuevo, declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ibiza. La empresa está dispuesta a dialogar con Catalina Cardona, la madre de la fallecida, con el fin de llegar a un acuerdo económico. "Si decide ir a los tribunales, creo que nos absolverán, porque el accidente fue fortuito", comentó Franco. Catalina Cardona había manifestado el martes su intención de querellarse contra la empresa propietaria del parque.Margarita pertenecía a una familia muy humilde, que vive en el barrio de las Casas Baratas de la ciudad de Ibiza. La madre está separada y tiene a su cargo a otros cuatro hijos.

El directivo se quejó de 1a mala suerte que hemos tenido con este accidente, porque la joven chocó con otro cliente y murió 24 horas después, pero no a consecuencia de un fallo de la estructura del tobogán ni debido a la negligencia de ninguno de nuestros empleados".

Permisos

Franco mostró ayer a este periódico los permisos oficiales que, según él, les autorizaron a abrir "legalmente" el 27 de junio de 1986. Aguamar está situado en la Platja d'En Bossa, en el término municipal de Sant Josep. "Nuestra proximidad con el aeropuerto hizo que tuviéramos todo en regla antes de inaugurarlo. En esta zona, las autoridades son muy rígidas en cuanto a permisos y aperturas", afirmó. Joan Prats, secretario accidental del Ayuntamiento de Sant Josep, había señalado el día anterior que Aguamar carece del permiso definitivo de apertura, cuya concesión corresponde a la administración municipal.Franco argumentó ayer: "Tenemos un decreto de la alcaldía en nuestro poder que considera todas nuestras licencias de obras favorables, y según nuestros abogados ese decreto nos permite abrir legalmente el parque". La empresa alega que, además, un decreto del Ministerio de Industria de 1986 autoriza a las industrias a iniciar sus actividades a partir de que dispongan de un permiso de instalación. Toda la documentación que posee el parque está ahora en poder del juez instructor del caso.

La autoridad judicial deberá pronunciarse también sobre si Aguamar tenía licencia para ampliar en dos toboganes más la atracción foam, donde se produjo el accidente. La ampliación se llevó a cabo este invierno.

La piscina que recibe a los bañistas que se deslizan por el tobogán foam tiene una profundidad máxima de 1,40 metros, aunque en su escalón superior esa profundidad es de 1,10 metros. "Para evitar los sustos a las personas que pasan de una profundidad a otra existen unas cadenas de boyas para que se sujeten", añadió el responsable del centro.

La policía todavía buscaba ayer al joven extranjero que chocó con Margarita. Inicialmente, se creyó que era británico, aunque no existe dato alguno sobre su nacionalidad.

Dos inspectores del Cuerpo Nacional de Policía se personaron ayer por la mañana, tres días después del accidente, para preguntar al director del parque si disponía de datos sobre la persona que había golpeado a Margarita.

"No sabemos nada de él, porque, cuando se produjo el accidente, la joven dijo que se encontraba bien, el que la golpeó desapareció y, como es lógico, no le preguntamos quién era y dónde se alojaba", informó el responsable de Aguamar a la policía. Los agentes realizaron ayer una inspección ocular del lugar del accidente, mientras decenas de bañistas esperaban su turno para deslizarse por las rampas con agua por las que bajó Margarita el domingo.