Cultura musical
En carta publicada en EL PAÍS de 27-8-1987, Javier Zuazu parece que ha encontrado una nueva función para las paredes: transmitir cultura musical (Beethoven, Schumann).En tal sentido, he de comunicar a don Javier que en mi propio domicilio -y no soy el único- dispongo de diversos aparatos (tocadiscos, radio, talevisión, casete) -amén de una modesta biblioteca- que me permiten escuchar la música de mi gusto -y leer El Quijote- cuando deseo y no cuando don Javier toca el piano.
Por tanto, agradeciéndoles su loable intento, rogaría a los diversos Zuazus de este país (particulares, ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas) se abstuviesen de agredirme en mi propio domicilio introduciéndome sus músicas, radios, televisiones, etcétera. Quisiera además, con esta carta, sumarme a la propuesta del profesor García Cotarelo para que EL PAÍS se atreva a iniciar la vía de la iniciativa popular que dé lugar a "una norma legal que permita a la gente pacífica escuchar sólo lo que le place y no lo que le impone el bestia de turno".-
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