Kohl trata de calmar la reacción del CSU por la eliminación de los Pershing 1A

El canciller federal alemán Helmut Kohl se reunió ayer con miembros de la dirección de la Unión Socialcristiana bávara (CSU) para intentar aplacar el malestar que provocó en este partido, presidido por Franz Josef Strauss, la renuncia de Kohl a los 72 misiles Pershing 1A alemanes. Para hoy está prevista otro encuentro, antes del debate extraordinario del parlamento federal sobre esos misiles, que fue solicitado por socialdemócratas (SPD) y verdes, antes de que Kohl anunciara la renuncia a estas armas.La CSU boicoteó ayer una reunión de la coalición gubernamental en protesta por el hecho de que Kohl, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), anunciara de forma unilateral, hace una semana, que la RFA no modernizará sus obsoletos Pershing 1A, si se logra un acuerdo entre las superpotencias para la eliminación de los euromisiles.

La obstinación de Bonn en mantener estos misiles se había convertido en el único obstáculo aparente para el referido acuerdo, el primero de la posguerra que supone una reducción efectiva del armamento nuclear.

A la vista de la actitud de strauss, la moción presentada por el SPD, basada en la declaración de Kohl, no puede ser aceptada por la CSU, pero si por los otros partidos de la coalición gubernamental, el CDU y los liberales del FDP, en un intento sin expectativas de éxito de los socialdemócratas de dividir a la coalición, aunque han logrado crear una gran tensión en ésta.

Los observadores coinciden en que la iracunda reacción de Strauss de negarse a dialogar con sus compañeros de coalición es una nueva prueba del ocaso político del "león bávaro", consciente de su pérdida de influencia en el Gobierno.