La 'carrera del siglo', vista de computadora
Johnson empleó 129 milésimas de segundo en ponerse en movimiento, y Lewis,196
El estudio en computadora de la carrera del pasado domingo señala que Johnson y Lewis establecieron en la final de 100 metros del pasado domingo los límites conocidos de la velocidad humana en 42,38 kilómetros por hora. Ambos lograron ese tope entre los 50 y lo 170 metros. Sin embargo, Johnson no corrió los 50 primeros metros más rápidos de su vida. Ni siquiera hizo su mejor salida. Arrancó en 129 milésimas de segundo -Lewis, en 196-, pero en una ocasión anterior se le habían medido 127.
El estudio detallado de la carrera di, Johnson y la comparación con otras anteriores revela el sorprendente dato de que, a pesar de su fulgurante salida, Johnson pasó los 50 metros en cinco centésimas más que en los Juegos de la Amistad, disputados en Moscú el pasado año. El retraso, significativo en una distancia tan corta, estuvo compensado por la gran aceleración de Johnson entre los 50 y los 70 metros. En este intervalo, el nuevo plusmarquista, mundial mantuvo una velocidad de 43,38 kilómetros por hora, la misma que alcanzó Lewis. Este factor echó por tierra los pronósticos del estadounidense, que había afirmado que Johnson reduciría su aceleración a partir de los 60 metros. Johnson se permitió mantener el mismo ritmo que Lewis entre los 70 y los 80 metros: 40 kilómetros por hora.Al final, Lewis fue más rápido y mantuvo una velocidad más elevada. Pero cuando Johnson alcanzó la meta, a él le faltaban 1,20 metros para llegar.
El análisis biomecánico de la final ya ha sido realizado, tras el envío de la película a la universidad de Praga. También se conocen ya los tiempos de reacción en la salida. Johnson tardó 129 milesimas en ponerse en accion; Levis, 196. La salida de Johnson rozó la perfección. Si hubiera salido 19 milésimas antes se le hubiera dado nulo. La reglamentación entiende que si un atleta sale antes de las 110 milésimas desde que suena el disparo es que se ha escapado.
Pero lo sorprendente en la disección por ordenador de la carrera es que Johnson no realizó la salida más rápida de su vida, contra lo que todos los técnicos y aficionados pensaban. El domingo tardó 129 milésimas en ponerse en movimiento, pero en ocasiones anteriores ha llegado a registrar 127. En la final, el siguiente en reaccionar fue el soviético Bryzgin (139 milésimas). La media que emplean los velocistas en salir se sitúa entre las 140 y las 150 milésimas.
Johnson tomó ventaja en la salida y, consiguientemente, en los primeros metros. A partir de los 30 metros ambos llevaron una velocidad parecida, por lo que se puede decir que Johnson jamás cedió terreno ante Lewis e incluso alcanzó, igual que su rival, una velocidad máxima desconocida hasta entonces. Johnson ya no es sólo el más rápido, con diferencia, en salir. Es también el hombre capaz de desarrollar la máxima velocidad.
Los 60 metros
Esto le llevó a mejorar su propio récord mundial de los 60 metros en pista cubierta, que es de 6,41. El domingo pasó los 60 metros en 6,38, tiempo todavía mejorable si hubiera estado ahí la meta, porque en ese caso habría adelantado el pecho, con la consiguiente ganancia de centésimas. Cuando hizo 6,41 se dudó de que fuera capaz de aguantar orgánicamente los siguientes 40 metros a tal velocidad. El domingo no los aguantó, puesto que su velocidad fue en disminución, pero muy tenue, porque llegó tan sólo dos centésimas por debajo de lo que lo hubiera hecho caso de conservar esa velocidad media de los 60 metros.Probablemente ganó la segunda gran batalla entre los 60 y los 70 metros, cuándo logró mantener su máxima aceleración. Fueron 10 metros decisivos, trabajados en laboratorio durante toda la temporada.
En el conjunto de la carrera, Johnson fijó una media de 36,62 kilómetros por hora. La velocidad punta alcanzada fue de 43,38. Lewis logró una media de 36,25 kilómetros por hora, con idéntica punta de velocidad.
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