El Gobierno acusa al movánento islámico de utilizar métodos terroristas y antidemocráticos

El Gobierno tunecino estima que "el verdadero problema del integrismo en el país no es su adscripción jomeinista, sino que se trata de un movimiento organizado que recurre al islam como pretexto para cambiar el régimen e instaurar, en un plazo calculado, un sistema teocrático y totalitario". Así se expresó a este periódico una fuente próxima al ejecutivo, que asegura "que el Movimiento de la Tendencia Islámica (MTI) emplea un doble lenguaje con el fin de equivocar a la opinión pública interior y exterior: por un lado, su discurso político mediante el que sostiene que es partidario de participar en la vida pública del país, y por otro, sus métodos terroristas y antidemocráticos'.Para esta fuente, el NITI va contra las instituciones republicanas y, en suma, contra el Estado civil. Y el Gobierno se ve obligado a defenderse, ya que se trata de una "auténtica agresión" contra el progreso logrado. "Ellos pretende instaurar la psicosis, y la mujer, emancipada en Túnez y con un estatuto personal desde 1956, es un símbolo en su objetivo destructor. Las agresiones con ácido sulfúrico se emplearon por primera vez contra ellas, para desfigurarles el rostro y provocar, mediante el terror, un cambio en sus formas y hábitos. Recientemente, este tipo de agresiones se ha extendido contra jueces y ciudadanos normales, como es el caso reciente de un vendedor que se opuso a seguir sus instrucciones".

"El MTI se ha organizado para actuar en la clandestinidad", indica, "y prepararse para el asalto al poder, recurriendo a la violencia en la universidad, en la calle y últimamente atacando establecimientos turísticos. Con las bombas contra hoteles pretenden golpear a la economía del país, ya que el turismo es uno de nuestros más importantes recursos, que emplea directamente a 165.000 tunecinos e indirectamente a 800.000".

Para el Gobierno, "la oposición se comporta irresponsablemente, ya que apoya, sobre un plan táctico-político, todo aquello que va contra el régimen y trata de diluir la cuestión de principio, que es la defensa de un Estado civil frente a cualquier totalitarismo teocrático".

La fuente consultada asegura que los dirigentes M MTI, como es el caso de Rachid Ganuchi, han expresado en diferentes ocasiones sus simpatías hacia Irán. "Ganuchi dijo en 1985", asegura esta fuente, que el ayatolah Jomeini es un faro en la noche oscura y explicó, que Irán será un elemento fundamental en la definición del mundo en el futuro, para posteriormente proclamarse partidario de establecer puentes islámicos comunes para cooperar con su revolución".