Banca Catalana pide mas de 12.000 millones de pesetas por su sede central en Barcelona
La sede central de Banca Catalana en Barcelona se ha convertido en la perla del boom inmobiliario de esta ciudad. Tres grupos interesados en la compra aseguran que el edificio está en venta por un importe superior a los 12.000 millones de pesetas considerado por ellos excesivo. Fuentes próximas al banco, dependiente del grupo Vizcaya, han negado que haya decisión alguna de venta, aunque confirmaron la existencia de ofertas "que ni siquiera han sido consideradas". Todo parece indicar que, si llega a efectuarse la operación, el precio superaría los máximos pagados en Madrid: más de medio millón de pesetas el metro cuadro útil sobre rasante.
Medios allegados a tres grupos inversores, han reconocido a este periódico que han participado en contactos para la compra de la sede central de Banca Catalana en Barcelona. Se trata del edificio de nueve plantas situado en la zona de Diagonal, entre la Gran Vía de Carlos III y la calle de Numancia. En el momento de su construcción, a principios de la década, se le consideró el edificio bancario arquitectónicamente más bello de Europa.Todos los informantes coincidieron en señalar que, por las circunstancias que han rodeado sus contactos, el inmueble está en el mercado desde principios de este año. Pero también manifestaron algunas dudas sobre el propósito último de los propietarios. Éstos, y en especial el grupo Banco de Vizcaya, no se han pronunciado claramente ante unas ofertas que en poco tiempo han oscilado entre los 8.000 y los 11.000 millones de pesetas.
'Boom' y cachondeo
Fuentes próximas a Banca Catalana, cuyo 88% del capital es propiedad del grupo Banco de Vizcaya, confirmaron que se han recibido desde principios de año "algunas ofertas para comprar el edificio".
Tras matizar que ninguna de las ofertas ha sido considerada porque el grupo del Banco de Vizcaya no tiene definida política alguna de venta del edificio, insistieron en que aquéllas carecerían de sentido al margen de la fuerte demanda de edificios singulares que se registra en Barcelona. "Esto ya no es un boom: es un cachondeo, porque se oferta por todo", dijeron coloquialmente las mismas fuentes.
Otros círculos relacionados con el mercado inmobiliario de Barcelona apuntaron, sin embargo, que a Banca Catalana se le presenta actualmente una oportunidad de oro para vender pronto. La relativa ausencia de inmuebles para oficinas, el impulso recibido por el mercado con la elección de la ciudad como sede de los Juegos Olímpicos de 1992, así como las mismas causas y el efecto de contagio del boom inmobiliario registrado por Madrid en el último año y medio, han hecho de la zona moderna de Barcelona un importante punto de mira para los inversores del mercado inmobiliario.
Ahora la oferta resulta escasa, como indica que los 3.000 metros que ocupaba TV-3 en el edificio de Catalana Occidente fueron alquilados poco después de que los abandonara. Pero
dentro de un año se pondrán en el mercado otros edificios próximos: los que construyen en ese mismo entorno, el más moderno y de más futuro de Barcelona, La Caixa, el grupo británico Heron, la aseguradora Mapfre y la empresa Núñez y Navarro.Los ofertantes señalaron que el mercado barcelonés dista de ofrecer las perspectivas de rentabilidad del madrileño. De ahí que los precios por metro cuadrado en las zonas de Barcelona similares al madrileño paseo de la Castellana estén como mucho en las 200.000 pesetas por metro cuadrado, lejos de las 5 10.000 pesetas alcanzadas en octubre pasado por la torre negra del Banco de Santander en el complejo del Azca o de las 360.000 pesetas cotizadas el pasado mes de julio por la sede de Citibank en la madrileña puerta de Alcalá.
No obstante, e¡ las ofertas salen de su actual hibernación, todo parece indicar que el precio por la sede de Banca Catalana no dejaría de batir un récord para Barcelona y quizá en relación con Madrid: más de medio millón de pesetas por metro cuadrado útil, sobre rasante, aunque en tomo al cuarto de millón si se cuentan los sótanos.
El edificio, donde los servicios del banco ocupan la mitad y del resto quedan todavía por alquilar 1.600 metros, tiene unos 25.000 metros cuadrados sobre rasante y otros 20.000 de sótano. Entre sus inquilinos figuran la empresa de ordenadores Wang, Chupa-Chups, Pirelli, Kodak, CGI Informática y el consulado de Japón. El alquiler de las plantas libres se ofrece a 2.450 pesetas por metro y mes, incluyendo gastos de comunidad, electricidad, seguridad, etcétera.
Superar los 12.000 millones de pesetas supondría rebasar en términos absolutos el precio de las mayores operaciones inmobiliarias de Madrid: los 10.500 millones de pesetas pagados por la Unión Suiza de Reaseguros para quedarse con la Torre Europa, construida por el Banco Hispano Americano, y los casi 11.000 millones de pesetas acordados por el grupo suizo BTK holding por la torre negra del Banco de Santander, también en el Azca.
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