Los municipios de las Bardenas, dispuestos a que se cierre el polígono de tiro
La Junta General de Bardenas Reales de Navarra, organismo que agrupa a los representantes de una veintena de localidades de esta comunidad, estudiará próximamente rescindir el contrato con el Ministerio de Defensa para conseguir la desaparición del polígono de tiro ubicado en terrenos administrados por esta comunidad desde la firma del primer acuerdo de arrendamiento, fechado el 9 de junio de 1951.
La comisión permanente de este órgano gestor municipal, presidida por José Antonio Gayarre, decidió en su última reunión elevar la propuesta de rescisión de contrato para que sea estudiada en junta general por los 19 ayuntamientos, dos valles y un monasterio -el de la Oliva- que tienen voz y voto en la comunidad. La decisión ha venido forzada por una demanda de conciliación interpuesta por cuatro vecinos de Tudela que ejercieron la acción popular contra la Junta de Bardenas por un uso indebido de los terrenos por ella administrados. Los cuatro demandantes, José Ángel Pérez, Emeterio José Alba, María Carmen Borderas y Vicente Irala, recordaron que la junta incumplía la ley 43 del Fuero Nuevo de Navarra, que otorga a esta institución la gestión y disfrute de las Bardenas Reales para su uso como "pastos, siembra, caza, extracción de leña, cal, yeso, piedra, etcétera", usos que se encuentran en buena medida impedidos por la cesión al Ejército del Aire con usos militares de una amplia sección de tierra.
Los demandantes, tras indicar que el precio de cesión inicial -20.000 pesetas- fue simbólico, y que fuerzas aéreas de otros países bombardean también estos terrenos, afirman que en las actuales circunstancias "ni se trata de aprovechamientos posibles con arreglo a las ordenanzas, ni los concesionarios o quienes los aprovechan son vecinos de pueblos congozantes, ni cumplen las exigencias de residencia".
Tras un acto de conciliación llevado a cabo el pasado 6 de julio, José Antonio Gayarre, presidente de la comunidad, afirmó que él personalmente estaba de acuerdo con los demandantes y deseaba dejar sin efecto la prórroga del contrato de arrendamiento, decidida unilateralmente por el Ejército del Aire en diciembre de 1975, en virtud de una cláusula del contrato original, y que le permite seguir utilizando el polígono de tiro hasta el año 2001, pagando anualmente a la junta una cantidad que ronda los siete millones de pesetas.
José Antonio Gayarre señaló ayer que la comunidad de las Bardenas Reales ha solicitado a dos abogados los informes previos necesarios para estudiar las posibles fórmulas de rescisión del contrato firmado por una junta anterior en 195 1, al objeto de la que la junta actual pueda adoptar una decisión antes de que finalice el año.
En los últimos meses, los alcaldes de los pueblos que rodean el polígono de tiro han incrementado sus protestas contra los ejercicios aéreos, materializadas en denuncias de vuelos rasantes y exceso de ruidos, o caída de bombas a escasos metros de los núcleos urbanos, (como la ocurrida en Peralta). Los alcaldes han presentado protestas escritas ante el Ejército del Aire en Zaragoza y han adoptado acuerdos contrarios al polígono.
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