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Crecen las dudas sobre el supuesto entierro secreto de Rudolf Hess

El misterio en torno al paradero del cadáver de Rudolf Hess adquirió ayer caracteres novelescos, si no grotescos, con nuevos indicios de que no ha sido enterrado en secreto, en contra de lo afirmado por la familia del que fuera lugarteniente de Adolf Hitler. En Wunsiedel, donde estaba previsto que se celebrara hoy el sepelio, se mantiene el estado de máxima alerta policial y ayer llegaron nuevos grupos de ex combatientes hitlerianos y neonazis a rendir honores a quien era el último jerarca nazi condenado por el tribunal militar de Nuremberg que se mantenía vivo. La policía teme que hoy se produzcan nuevos incidentes. Ayer surgieron los primeros rumores sobre un traslado secreto del cadáver de Hess en un convoy policial desde Bayreuth a las cercanías de Wunsiedel, a la espera de que, sin la temida presencia de grupos nazis, se pueda celebrar un "entierro digno", según la última voluntad del muerto. Decenas de periodistas aguardan en Wunsiedel alguna novedad. Las dudas sobre la veracidad de la versión familiar de que Hess ha sido ya enterrado en secreto en un cementerio no dado a conocer, aumentaron a lo largo del día de ayer.

Pese a la negativa rotunda del párroco a que el sepelio se celebre finalmente en la pequeña localidad bávara y las aseveraciones del alcalde, Karl Walter, que asegura que no está previsto ya este entierro, muchos periodistas están convencidos de que la noticia del sepelio en estricta intimidad en lugar secreto no es más que una maniobra de distracción para evitar la presencia de alborotadores de la extrema derecha y de la Prensa. El abogado de Hess, Alfred Seidl, declaró ayer que "cuando se calme todo, Hess será enterrado en Wunsiedel".

Nuevos detenidos

Ayer fueron detenidos dos hombres que lograron entrar en el cementerio, cerrado por la policía a toda persona ajena a la localidad, y colocar ante el panteón de la familia Hess una corona dedicada a Hess por "los camaradas de las Waffen SS", unidades de elite de las SS (policía política del régimen nazi) acusadas de numerosos crímenes de guerra. Cuatro neonazis y dos fascistas italianos fueron detenidos en controles policiales en las carreteras de acceso a Wunsiedel.

El pueblo sigue bajo abrumadora presencia policial con controles, patrullas por las calles, en parte con armas largas, y helicópteros vigilando los accesos desde el aire. En la ciudad cercana de Hof aparecieron ayer carteles glorificando a Hess y con lemas xenófobos.

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