_
_
_
_

La policía 'toma' Wunsiedel, ante el entierro de Hess

La policía alemana tomó ayer la pequeña localidad bávara de Wunsiedel para evitar nuevas manifestaciones neonazis en honor de Rudolf Hess, ex lugarteniente de Hitler que se suicidó el pasado lunes en la cárcel de Spandau. Efectivos policiales provenientes de diversas partes de Baviera, ayudados por la Guardia Fronteriza, controlaron estrictamente desde la noche del sábado todos los accesos a la ciudad.

ENVIADO ESPECIAL, La tensión aumentó al conocerse informes de los servicios secretos sobre la inminente llegada a Wunsiedel de grandes grupos de skinheads (cabezas rapadas) y neonazis. Un helicóptero sobrevoló continuamente la pequeña población, cuyos cerca de 10.000 habitantes asisten atónitos al espectáculo aquí insólito del amplio despliegue policial. El sábado, pese a la fuerte presencia de policías de uniforme y de paisano, un grupo de más de medio centenar de neonazis logró manifestarse en el interior del cementerio donde será enterrado el último superviviente de los criminales de guerra condenados por el tribunal militar de Nüremberg. A raíz de esta concentración, en la que los jóvenes neonazis desplegaron banderas con cruces gamadas y profirieron gritos pidiendo venganza por el "asesinato de Rudolf Hess", la policía detuvo a 54 personas en Wunsiedel y confiscó diversas armas blancas.

También en las ciudades cercanas de Bamberg y Nagen fueron detenidas varias decenas de manifestantes neonazis. El cementerio se halla vigilado por las fuerzas policiales, que impiden la entrada en el recinto a toda persona ajena al pueblo.

Pese a ello, ayer llegaron durante todo el día alemanes de las generaciones combatientes de la II Guerra Mundial. Muchos de ellos lograron entrar en el cementerio asegurando que iban a visitar tumbas de familiares, y a continuación se dejaron fotografiar en la entrada portando símbolos militares nazis. En la madrugada del domingo fueron detenidos cinco skinheads en el casco urbano del pueblo, en el que la policía ha decretado una prohibición total de reuniones al aire libre.

El jefe del mando policial extraordinario creado en Wunsiedel para hacer frente a las actividades neonazis ante el entierro de Hess, Martin Oester, advirtió ayer que todo sospechoso de querer manifestarse en Wunsiedel será detenido durante 24 horas y puesto a disposición judicial. Los reincidentes antes del miércoles, día del entierro, podrían ingresar en prisión. De los más de 80 detenidos el sábado, 24 permanecían ayer en las dependencias policiales a disposición del juez. La mayoría de los detenidos procede del norte de la RFA.

Hasta ayer sólo había sido detenido un extranjero, holandés, pero se espera que pronto lleguen los primeros neonazis de otros países, especialmente de Holanda, Reino Unido e Italia.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Plan coordinado

Oester señaló que las manifestaciones de los jóvenes neonazis están bien preparadas y, coordinadas de antemano, por lo que se sospecha que sigan un plan elaborado por un mando central. Por otra parte, la policía es consciente de que un número indeterminado de neonazis y ex combatientes hitlerianos se halla ya en Wunsiedel y sus entornos y se mantienen ocultos a la espera del día del sepelio. Fuerzas del orden acudieron en la madrugada del domingo a todos los hoteles y pensiones para identificar a los huéspedes. Tres días antes del entierro de Hess se ha sabido que éste quería que en la ceremonia se interpretaran fragmentos del Ocaso de los dioses, de Richard Wagner, y el himno alemán con todas sus estrofas, una de ellas declarada anticonstitucional.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_