El PSC califica de "Iógica de caza de brujas" las críticas de Pujol al nombramiento del fiscal Jiménez Villarejo

El secretario de política institucional del PSC, Lluís Armet, declaró ayer que las opiniones vertidas por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, contra el nombramiento de Carlos Jiménez Villarejo como fiscal Jefe de la Audiencia Territorial de Barcelona se inscriben en "una lógica de caza de brujas" que tiene "connotaciones políticas muy peligrosas para la democracia".El presidente de la Generalitat manifestó, el pasado día 9 que el nombramiento de Jiménez Villarejo, uno de los fiscales que instruyó el sumario sobre el caso Banca Catalana, en el que estuvieron incursos Pujol y otros 24 ex dirigentes de este banco, había sido valorado "muy negativamente" por el Gobierno catalán. Pujol afirmó que para que las instituciones colaboren "hay que evitar las faltas de consideración evidentes de las decisiones provocadoramente partidistas".

Tras las primeras reacciones críticas de algunos dirigentes socialistas a la toma de posición de Pujol contra Jiménez Villarejo, formuladas por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, el número dos del partido de Pujol, Convergència Democrática, Miquel Roca, se sumó también a los ataques contra el nombramiento del fiscal y dijo que constituyó "o un error, o un acto malicioso o una provocación".

Pujol llegó a expresar su disgusto por este nombramiento al fiscal general del Estado, Javier Moscoso, en el curso de la recepción celebrada en Madrid en ocasión de la onomástica del rey Juan Carlos. Armet afirmó ayer que "ningún demócrata europeo actuaría así", mezclando opiniones personales con las de una institución de gobierno, y subrayó que es un principio elemental de la democracia saber distinguir entre el ámbito de los asuntos personales y el institucional.

"No digo que Pujol no sea un demócrata", precisó el dirigente socialista, "pero estas declaraciones no responden a las de un demócrata". Agregó que no era su intención efectuar ningún juicio sobre las opiniones personales de Pujol, que dijo respetar aun cuando no las compartiera. "Otra cosa es, sin embargo", dijo, "convertir las opiniones personales en posiciones de un Gobierno".

Derecho a dar el 'plácet'

El secretario general del PSUC, Rafael Ribó, criticó también a Pujol por su toma de posición contra la designación del fiscal. "El presidente de la Generalitat no es nadie para criticar los nombramientos de la escala judicial", dijo ayer Ribó.Ribó recordó que Jiménez Villarejo fue nombrado a petición de sus compañeros, que tiene "un historial de compromiso en la lucha por la democracia y el Estado de derecho que para sí quisieran muchos de los actuales correligionarios de Pujol".

El líder comunista señaló que con la intervención de Pujol "parece que la Generalitat quiera ejercer el derecho a dar el plácet a los nombramientos de la administración judicial, a la manera de como lo ejercía el régimen franquista en el nombramiento de los obispos por el Vaticano".

Ribó añadió que "para Pujol, lo más escandaloso del caso es que allí donde cosechó un rotundo fracaso económico, el Banco de Vizcaya, la entidad que se hizo cargo de Banca Catalana, está obteniendo ahora buenos beneficios".

En unas declaraciones a Efe, el ex ministro Ernest Lluch opinó, en relación a La actitud adoptada por el presidente catalán en, contra del nombramiento de Jiménez Villarejo, que "quizá hay,¡ surgido porque Pujol no tiene su espíritu tranquilo". Lluch añadió que "estas declaraciones no hacen ningún bien a Cataluña, ni ningún bien personal a Pujol, que tiene un temperamento mejor y más tranquilo del que últimamente demuestran sus declaraciones".