Guillotinas contra las minas
Los cuatro dragaminas que el Reino Unido enviará al golfo Pérsico y el mar de Omán son de la clase Hunt, de los que la Marin a Real británica posee 11 unidades, construidas en los años setenta y ochenta. Este tipo de barco, de 615 toneladas y con una tripulación de 45 hombres, tiene 57 metros de eslora y 10 de manga. Su armamento es un pequeño canon de 40 milímetros de calibre. Los cuatro barcos llegarán a la zona dentro de cinco semanas, mientras otros dos dragaminas que enviará Francia llegarán dentro de 13 días.Las minas encontradas hasta el momento son de las llamadas de contacto, porque estallan al chocar contra el casco de los buques. Compuestas por una boya que contiene el explosivo y un lastre que puede situar el artefacto a la profundidad deseada, son las más sencillas de detectar y destruir.
Los dragaminas, como los de la clase Hunt, están dotados de sistemas sonar que, mediante la emisión de ondas sonoras y la captación de sus ecos, detectan dónde hay una zona minada. A continuación, el dragaminas pone en funcionamiento un sistema de rastreo mecánico cuya finalidad consiste en cortar los cables que unen los lastres a las boyas de las minas, con el objeto de que las boyas salgan a flote para poder destruirlas con el cañón o con cargas explosivas.
Corte de los cables
Ese sistema mecánico consiste en una rastra compuesta de dos cables de acero, en los que se instalan numerosas tijeras o cuchillas que, al encontrar los cables de las minas, los cortan. Esas cuchillas pueden ser sustituidas por pequeñas cargas explosivas que consiguen el mismo efecto. El rastreo puede efectuarse en agrupaciones de barcos -de dos a seis-, con lo que la anchura del barrido es más arríplia.
En la localización de los campos de minas, la labor de los buques ragaminas puede ser facilitada por helicópteros dotados con sonar o por sonoboyas lanzadas desde aviones. Las sonoboyas emiten también ondas sonoras y los ecos son captados desde el aire para calcular el lugar exacto donde se encuentra un submarino o una mina.
Las minas como las usadas en la zona del Golfo, fabricadas en los años cuarenta y cincuenta por numerosos países, son fáciles de colocar desde barcos, aviones, submarinos o incluso desde buques no utilizables por las marínas de guerra. La amenaza que suponen estos artefactos -2.000 barcos de superficie y 26 submarinos fueron destruidos por minas en la II Guerra Mundial obligó a los países a crear fuerzas llamadas de Medidas contra Minas (MCM). Los buques de la clase Hunt pertenecen al primer escuadrón MCM de la Marina británica.
Ampliamente superada la tecnología de las minas de contacto, los ejércitos utilizan hoy minas de influencia. Éstas se depositan en el fondo del mar y estallan por el efecto que sobre su mecanismo realizan las ondas sonoras o magnéticas de los, barcos que pasan sobre ellas, o simplemente por variaciones de presión registradas al pasar los barcos.
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