Un jefe del Ejército, separado de las Fuerzas Armadas por contrabando

El teniente coronel de Aviación Pedro Crespí Martorell ha sido apartado del Ejército, al no haber aceptado el Tribunal Constitucional los recursos interpuestos contra una sentencia que en 1984 condenó a ese jefe militar por no cumplir sus deberes militares, al permitir que se realizaran operaciones de contrabando de tabaco en el aeródromo militar de Pollensa, del que era jefe. La sentencia del Constitucional fue publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado.

Crespí ya había sido condenado por el Tribunal Provincial de Contrabando de Baleares. Posteriormente, un Consejo de Guerra de Generales lo condenó, en relación con el caso, por incumplimiento de sus deberes militares, aunque la acusación inicial incluía presuntos delitos de abuso de autoridad y presentación de informes falsos a sus superiores.

La condena del consejo de guerra contra Crespí, que suponía la expulsión del Ejército del Aire, fue confirmada en 1985 por el Consejo Supremo de Justicia Militar, pero el teniente coronel recurrió al Constitucional por entender que en el proceso no se había respetado la Constitución. El militar entendía que debía haber sido sancionado por cometer una falta y no un delito.