El segundo convoy de navíos escoltados por EE UU navega sin dificultad hacia Kuwait
El convoy naval norteamericano que escolta a tres navíos kuwaitíes rematriculados en Estados Unidos prosiguió ayer sin problemas en el golfo Pérsico su ruta hacia Kuwait por segundo día consecutivo. Por su parte, el secretario norteamericano de Defensa, Caspar Weinberger, negó ayer las acusaciones iraníes de que la operación de escolta en el Golfo tuviera por objetivo mejorar la imagen internacional de Estados Unidos.
Fuentes marítimas en la región informaron que el Sea Isle City, el Ocean City y el Gas King tenían previsto llegar con su escolta en la madrugada de hoy a la altura de la isla iraní de Farsi. En esta zona fue donde el superpetrolero Brigdeton resultó dañado por una mina el pasado 24 de julio, durante el primer viaje de navíos kuwaitíes bajo escolta norteamericana.Además del peligro de las minas, la zona es frecuentada por las lanchas rápidas iraníes, cuyo último ataque se produjo el pasado 13 de julio contra el portacontenedores franceses Ville d'Anvers.
Por su parte, el presidente del Parlamento iraní, Alí Akbar Rafsanyani, ha reiterado sus amenazas de cerrar el acceso al Golfo si no puede transportar por él su petróleo. El estrecho de Ormuz "estará abierto para todos o para nadie", declara en una entrevista concedida al diario alemán occidental Die Welt que se publica hoy.
Rafsanyani, el hombre más poderoso de Irán después del ayatolá Ruholá Jomeini, insiste en esa entrevista en que "la existencia de una vía islámica es un hecho que se da ahora como una posibilidad junto al socialismo y el capitalismo".
Por su parte, Abdulhasan Bani Sadr, ex presidente de Irán exiliado en París, manifiesta en una entrevista que hoy publica el semanario alemán occidental Der Spiegel que Rafsanyani es el político responsable "de todo lo que sucede actualmente en el golfo Pérsico". El presidente del Parlamento iraní está empeñado, según Bani Sadr, en "provocar una crisis que necesita el régimen por razones internas".
Bani Sadr, miembro de la oposición islámica y democrática dentro y fuera de Irán, añadió que su país "no puede ganar la guerra que libra con Irak debido a la catastrófica situación económica interna, la destrucción de la estructura militar y la creciente insatisfacción" de la población.
A este respecto, la Liga Árabe prepara una reunión extraordinaria para tratar de poner fin a la guerra irano-iraquí, informó ayer la agencia oficial de noticias kuwaití, Kuna.
Por su parte, la Unión Soviética a través del diario Estrella Roja, asegura que la situación en el golfo Pérsico atraviesa una etapa extremadamente grave que sólo puede resolverse mediante vías pacíficas y la retirada de las fuerzas militares extranjeras.
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