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Descalificaciones entre los peritos toxicólogos en el 'juicio de la colza'

Varios de los peritos que intervinieron ayer en el juicio de la colza, en su mayoría toxicólogos, se enzarzaron en un debate de descalificaciones mutuas que en algún caso no se refirió exclusivamente a los trabajos realizados por ellos en relación con el síndrome tóxico, sino a la capacidad profesional del oponente.El enfrentamiento subió de tono cuando Luis Frontela, catedrático de Medicina Legal de la universidad de Sevilla, criticó duramente unos estudios realizados; por Guillermo Tena, director del Instituto Nacional de Toxicología, señalando, entre otras cosas, que no tenían ningún valor científico. Tena, en la primera oportunidad que se le presentó, contestó que Frontela no es toxicólogo, "sólo es un aficionado a la toxicología", y por tanto, concluyó, no puede juzgar un trabajo científico de ninguna manera.

Frontela replicó que no es ningún aficionado, ya que lleva más de 20 años explicando toxicología en su cátedra, y que esta disciplina constituye la tercera parte del programa de su asignatura. Tena insistió en que no conocía ningún trabajo científico de Frontela sobre toxicología. Este catedrático defiende ahora un producto organoflisforado (tomate tratado con pesticida) como causante del síndrome.

También hubo duras críticas hacia los estudios toxicológicos de Tena (Madrid) y Manuel Repetto (Sevilla).

El grupo mayoritario de toxicólogos señaló que aunque todavía no se conoce el agente tóxico causante del envenenamiento, todo apunta hacia las anilidas de los ácidos grasos y sus derivados. Manuel Repetto, del Instituto de Toxicología en Sevilla, puntualizó que en los experimentos con anilidas han conseguido que aparezcan síntomas del sindrome en diferentes especies de amínales.

Eduardo Rodríguez Farré, de la delegación del Instituto de Toxicología en Barcelona, afirmó que nadie hasta el momento ha detectado anilidas de ácidos grasos fuera de los aceites relacionados con el síndrome tóxico y que estas anilidas sí han sido encontradas en los análisis de las vísceras de fallecidos por la enfermedad.

En la sesión de ayer se debatió y rechazó la hipótesis del Paraquat como origen del síndrome. Esta teoría, defendida por el doctor Francisco Báguena, jefe del departamento de medicina interna de la Residencia La Fé, de Valencia, consiste en que el aceite estaba contaminado con el herbicida. Báguena insiste en que el Paraquat ha reproducido el 805/o de las lesiones del síndrome. Sin embargo, la teoría fue desmontada, porque el Paraquat no ha aparecido en los análisis de los aceites, y el herbicida causa unas lesiones en el riñón que no han sufrido los afectados.

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