Hidatidosis, la maldición de los animales
Una enfermedad que produce quistes en el hígado y en los pulmones
La hidatidosis es una enfermedad transmitida por los animales al hombre que origina unos quistes en el hígado y los pulmones de éste y ocasiona unas lesiones que incluso pueden provocar la muerte. La importancia sanitaria y socioeconómica de este mal en España se pone de manifiesto al observar que genera unos costes que superan los 4.000 millones de pesetas anuales y que cada año tienen que ser operadas de 2.000 a 2.500 personas de esta enfermedad, que suele tener mayor incidencia en las zonas más deprimidas económica, social y culturalmente.
Se trata de una enfermedad que generalmente sólo adquiere importancia en áreas atrasadas socioculturalmente. En España los esfuerzos por erradicarla han sido históricamente parciales y discontinuos, si bien desde hace pocos años se vienen desarrollando programas de control en algunas regiones. La mayor incidencia se registra en la zona mediterránea, las dos Castillas, Extremadura, Navarra, La Rioja, Aragón y Madrid.La asociación española de hidatología ha celebrado recientemente en Guadalajara una reunión científica que debatió los distintos aspectos de la enfermedad, dentro de la lucha que existe para combatir esta grave dolencia. La asociación de caracter privado, cuenta con recursos propios, se reune periódicamente y tiene carácter internacional.
El doctor Tomás Mate, jefe de sección de control de zoonosis en el Ministerio de Sanidad, señaló en esta reunión que el ministerio, en colaboración con las comunidades autónomas inició hace más de un año un programa piloto en Navarra que se extenderá sucesivamente a las otras provincias, para luchar contra la enfermedad, que afecta a casi 4.000 personas al año en España.
Huésped contagioso
El agente causal de la enfermedad es la larva de una tenia del perro llamado echinococus granulosus, pequeño gusano que vive en el intestino del perro en su forma adulta y que para cerrar su ciclo vital necesita desarrollar su fase larvaria en un huésped intermediario como la vaca, cordero, cabra, cerdo, etcétera.El hombre se contagia en nuestro medio al ingerir verduras o agua contaminada con los huevos del parásito eliminados por las heces del perro o por acariciar al animal y llevarse luego las manos a la boca o a los alimentos. También puede ocurrir que un perro sano que ha lamido a otro infectado contamine a su dueño, pues no es raro que lama a otro el orificio anal o genital que puede contener los huevos del parásito.
El perro a su vez se contagia al devorar vísceras de animales contaminados. El más importante ciclo de la hidatidosis en España es el rural, donde participan los rebaños de ovejas y cabras y los perros correspondientes. Los factores decisivos aquí son las matanzas domiciliarias no controladas por el veterinario, donde el campesino echa las vísceras que tienen bolsas de agua a su perro al eviscerar la canal, o cuando los pastores, al morir una oveja, echan sus despojos a los perros sin comprobar antes si estaba enferma de hidatidosis. La OMS ha mostrado un gran interés por la experiencia de control de esta enfermedad llevada a cabo en Navarra, y que es la primera que se realiza de una manera integral. Cada seis meses vienen a España técnicos de la OMS para comprobar y analizar los resultados del programa, que las autoridades sanitarias quieren que se extienda como una mancha de aceite al resto del país.
Informar directamente a todos y cada uno de los pastores españoles, educar a los niños desde la escuela y la observación de unas rigurosas medidas higiénicas son las líneas fundamentales de este programa piloto, que se materializó, en el caso de navarra, con visitas a los domicilios para la administración de pastillas terapéuticas a los perros censados.
Una intervención quirúrgica de un caso de hidatidosis le cuesta a la Seguridad Social más de 500.000 pestas, lo que supone unos 1.000 millones de pesetas anuales en costes hospitalarios, al tener que someterse a operación más de 2.000 personas al año. Hay que sumar además los costes por bajas laborales, fallecimientos y las pérdidas por menor producción de carne, leche y lana de los animales parasitados.
Vísceras contaminadas
Según el doctor Pérez Gallardo, presidente de la asociación española de hidatología, lo fundamental para erradicar la enfermedad es evitar que los perros en ningún momento de su vida ingieran vísceras contaminadas del ganado.Las reglas de prevención de esta dolencia que los expertos aconsejan a los dueños de perros son:
1. Visita al veterinario tras adquirir el perro, para seguir las normas de cuidados, vacunación, desparasitación o protección antiparasitaria. La desparasitación tiene una alta rentabilidad económica y por supuesto sanitaria si la comparamos con los costes que la enfermedad ya producida genera.
2. No dejar que el perro consuma carne cruda (que puede contener quistes). Para eliminar los organismos nocivos, debe ser calentada a una temperatura superior a los 65'.
3. Utilizar guantes de plástico desechables para limpiar el lugar de defecación del animal, y al trabajar en el jardín o tierra.
4. No dejar que el perro defeque en jardines públicos, ni en el propio si tiene niños. No permitir que las heces permanezcan más de una semana en ningún terreno.
5. Impedir el acceso del animal a los mataderos, carnicerías, huertos, etcétera.
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