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El Banco de España confirma que el crecimiento de la economía española superará este año el 4%

La economía española crecerá este año un 4,1%, frente al 3,3% de 1986, según confirma el informe realizado por el Banco de España. La demanda nacional ha continuado subiendo, aunque ha moderado su crecimiento, que se ha situado este año en un 5,9%. Esta expansión se ha traducido en una mayor demanda de trabajo, que puede conducir a un incrernento del 1,7% en el empleo total de la economía y a un aumento del 2,5% del empleo asalariado.

Aunque la demanda interior ha continuado creciendo, la inflación ha mantenido su tónica de desaceleración, indica el Banco de España, de modo que "la tasa de aumento de los precios al consumo tenderá a situarse en un 5% a lo largo del año y en un 5,6% en promedio anual".Al mismo tiempo, la balanza comercial parece estar estabilizándose. Las exportaciones de bienes y servicios registran este ario un incremento, del 3,6% y aportan un 0,7% al crecimiento del PIB (producto interior bruto). Mientras, las importaciones registran una variación real del 13% y su aportación al crecimiento económico es del 2,3%.

La intensa expansión de la economía española, en un con texto mundial caracterizado por el bajo crecimiento, ha provocado un importante deterioro de la balanza comercial con el resto del mundo. Así, según el informe, el saldo de la balanza comercial puede empeorar, entre 1986 y 1987, en unos 5.500 millones de dólares (unos 698.500 millones de pesetas).

Política de ajuste

No obstante, la mejora en la relación real de intercambio registrada el pasado año y las buenas previsiones para el turismo puede conducir, en 1987 a un excedente de la balanza de pagos por cuenta corriente del orden de los 1.900 millones de dólares.La etapa expansiva que está viviendo la economía española se debe, según el Banco de España, al proceso de recuperación paulatina de la actividad y de inflación descendente, "que es resultado de las políticas de ajuste y de la mejora del clima económico internacional tras la recesión mundial de los primeros años de la década".

Pero los efectos de este impacto favorable tienden a agotarse con el paso del tiempo, por lo que "la economía española tiene ante sí el problema de encontrar, a medio plazo, una senda de crecimiento sostenido de la producción y el empleo basada en la estabilidad monetaria y en una balanza de pagos saneada".

El Banco de España advierte. también que "la superación de los problemas dependerá básicamente de la política económica y de: los correspondientes comportamientos y actitudes colectivos".

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