Carrington rechaza que las negociaciones sobre las bases incidan en la OTAN
El secretario general de la Alianza Atlántica, lord Carrington, insistió ayer en el carácter "rutinario" de su visita a Madrid. Reiteró que no existe vinculación alguna entre la OTAN y sus rela-iones con España y las negociaciones hispanonorteamericanas sobre la reducción de las bases y las hispano-británicas sobre el contencioso colonia] de Gibraltar. Carrington descartó que durante sus conversaciones se hubiera conseguido algún avance significativo en las negociaciones entre España y la Alianza Atlántica.
Este no era el objeto de su visita, añadió, cuyo aspecto más destacado dijo que era el hecho de que fuera la primera vez que venía a España desde la celebración del referéndum de marzo de 1986, por el que se decidió la permanencia española en la OTAN.Fuentes oficiales, por su parte, ratificaron las declaraciones de Carrington, destacando el carácter pastoral de la visita del secretario general de la Alianza. Los mismos medios dijeron que las conversaciones que mantuvo con el presidente del Gobierno y con los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores se abordaron únicamente temas relativos al proceso de adaptación y al modelo de la integración de España en la Alianza.
Carrington concluyó ayer su estancia oficial de tres días a España, invitado por el ministro de Asuntos Exteriores, con una visita turística a La Granja y a Segovia. A mediodía acudió al palacio de la Zarzuela donde almorzó con los reyes Juan Carlos y Sofía, acompafiados de los ministros de Defensa y de Exteriores, Narcís Serra y Fernández Ordóñez.
En conferencia de prensa antes de regresar a Bruselas, el secretario general de la OTAN rechazó haber comparado el potencial aéreo de los F-16 norteamericanos estacionados en España y los efectivos de la Fueza Aérea española. "Cada uno tiene un papel que desempeñar", comentó Carrington, añadiendo que no tiene sentido hacer referencias comparativas sobre las misiones de los F-16 y las que puedan hacer los aviones españoles, desde el momento en que España no pertenece a la estructura militar integrada de la Alianza.
No irritar
El secretario general aclaró, en cualquier caso, que nunca había pretendido "irritar" al Gobierno español, en referencia a sus declaraciones la pasada semana en Bruselas en las que ponía en duda que la Fuerza Aérea Española tuviera capacidad para sustituir las misiones que llevan a cabo los cazabombarderos norteamericabos F-16 desde estacionados en la base de Torrejón.Tales declaraciones fueron matizadas al día siguiente por medios oficiales españoles, que aclararon que España nunca se había planteado sustituir las misiones de los F-16, por lo que no había lugar a ningún tipo de comparaciones o paralelismos entre los aviones españoles y norteamericanos, como podía derivarse de aquellas declaraciones.
Carrington reiteró en varias ocasiones en que no había relación alguna entre el desarrollo de las negociaciones sobre la reducción de la presencia militar de Estados Unidos en España y en el modelo de integración entre España y la Alianza Atlántica, cuyas características se vienen negociando entre expertos de Madrid y de la OTAN desde el pasado mes de octubre, una vez decidida la permanencia de España.
El "carácter bilateral" de las negociaciones hispano-norteamericanas y su no incidencia en las relaciones con la OTAN lo trasladó Carrington también al contencioso entre Madrid y Londres sobre Gibraltar. En este caso, el ex ministro británico de Exteriores -firmante con su homólogo español Marcelino Oreja de la declaración de Lisboa, de abril de 1980, por el que se reabrió el proceso negociador sobre Gibraltar- dijo que como España no forma parte de la estructura militar de la Alianza, las misiones de la OTAN que existían antes de la integración española continuarán como estaban.
Como secretario general de la Alianza, Carrington mostró su deseo y su esperanza de que tanto las negociaciones con Estados Unidos sobre la reducción de las bases y con Gran Bretaña sobre Gibraltar concluyan satisfactoriamente.
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