Felipe González afirma que su política será la misma con pacto social o sin él

El presidente del Gobierno, Felipe González, está dispuesto a aceptar cualquier tipo de pacto social con los sindicatos y la patronal, siempre que éste encajara en los objetivos globales del Ejecutivo: lograr una mayor competitividad con Europa y aumentar el empleo.En este contexto, la política económica no cambiaría, tanto si se consigue un acuerdo como si los diferentes intereses de los interlocutores lo hacen inviable. Para él, el pacto es un instrumento para conseguir unos objetivos que, en cualquier caso, habría que alcanzar.

La oferta que el presidente del Gobierno hace a los agentes sociales es la de definir conjuntamente un proyecto de sociedad. Si esta oferta, dice González en una entrevista con los periodistas laborales, se hiciera en otros países "haría saltar de alegría a los sindicatos".

Felipe González se muestra dispuesto a negociarlo todo, pero advierte a las centrales y a la patronal que España no es un país rico. Por eso él incluye en su oferta colocar sobre la mesa las cuentas del Reino y que los negociadores sepan que si se quiere aumentar una partida, ello irá en detrimento de otra.

El presidente, en sus declaraciones se muestra satisfecho con el ministro de Economía y asegura que en una lista de 10 nombres, entre los primeros estarían siempre Miguel Boyer y Carlos Solchaga.

Cree que la actitud del Gobierno respecto a UGT no ha cambiado, aunque admite que sí puede haberse producido un cambio en la que UGT mantiene hacia el Gobierno. Y asegura que en política hay que dejar los sentimentalismos. Su filosofía respecto a la concertación la resume en términos taurinos, diciendo que él es como el picador al que le dicen que pica mal al toro, y anima a quienes se lo dice -sindicatos y patronal- a que bajen a picar con él.

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