Unos 20 millones de pesetas y droga, hallados en el piso y el coche de un marroquí
En la madrugada del domingo, tres inspectores de la Brigada Regional de Policía Judicial registraron el piso de una familia marroquí situado en una urbanización de Arturo Soria y encontraron al menos cinco millones de pesetas. Previamente, la policía había detenido al hombre cuando regresaba de un viaje del sur de España, y en el coche encontraron también al menos 15 millones de pesetas y una cantidad indeterminada de droga. Aunque ayer no se pudo hablar con la policía, parece que se trata de un asunto importante relacionado con el narcotráfico.
A las 2.15 de ayer, domingo, tres inspectores del Grupo IX de la Brigada Regional de Policía Judicial especializados en asuntos de drogas llegaron al edificio 1 de la calle de Calaruenga, al final de Arturo Soria. Se identificaron ante el vigilante jurado que guarda la urbanización y pidieron la presencia de dos testigos para que presenciaran el registro del piso 2º D del citado inmueble. La vivienda está ocupada desde hace poco tiempo, unos dos meses, por un matrimonio marroquí y sus cuatro hijos.El registro dejó asombrados a los vecinos que lo presenciaron. Según su testimonio, se encontraron unos cinco millones de pesetas, cuatro millones en pesetas y el resto en divisas de distintos países. "El dinero estaba escondido en los lugares más insospechados, incluso en el forro de los abrigos de los niños". Los inspectores, provistos de mandamiento judicial, utilizaron la llave de la puerta para entrar porque, según los vecinos pudieron saber por los comentarios de los policías, el hombre había sido ya detenido horas antes, cuando regresaba de un viaje del sur de España. En el vehículo que conducía se encontraron otros 15 millones de pesetas y, parece ser, una cierta cantidad de droga, aún no determinada. Ayer no fue posible hablar con fuentes policiales.
Que la policía estaba detrás de un asunto importante lo demuestra el hecho de que el marroquí en cuestión estuviera perfectamente vigilado desde hace tiempo. A poco de ocupar el piso de la calle de Calaruenga la policía estuvo en la urbanización y mostró a los vecinos una foto del ayer detenido, para comprobar que efectivamente era el hombre que buscaban.
El resto de la familia, la mujer y sus cuatro hijos, sigue aún en la casa. Una vecina que les conocía afirmó ayer que al hombre le conocían menos, pero que los niños eran muy afables y habían hecho amistad con otros niños de la urbanización. No se conoce la identidad del detenido. En el buzón aún figura el nombre del anterior inquilino, otro marroquí, según se cree, y el nombre del detenido que figuraba en su pasaporte no era el mismo por el que le buscaba la policía. Tampoco el detenido, en su momento, facilitó su nombre al vigilante jurado de la urbanización, que se encarga también del control de las plazas de garaje.
La misma noche del registro, aproximadamente a las seis de la mañana, un y una mujer llegaron a la urbanización en un vehículo Ford Escort de color azul. Subieron al piso registrado y volvieron a marcharse a toda prisa. Alguien dio aviso a la policía por si les servía para su investigación, pero, según lo que ha podido saber este periódico, la policía no acudió porque no tenía orden de busca contra el citado visitante.
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