Aplazada la extradición a Suecia de Alain Wolfel, que implicó a la Guardia Civil en el narcotráfico

La Audiencia Nacional ha remitido el expediente del alemán occidental Alain Wolfel a la Audiencia Provincial de Cádiz, con lo que se demora su extradición a Suecia hasta que Wolfel sea juzgado en España por un delito de tráfico de drogas. El fiscalsolicita cinco años de cárcel. Wolfel había implicado ante la policía sueca y portuguesa al gobernador civil de Sevilla, Alfonso Garrido, así como a varios guardias civiles para los que trabajaba de confidente, según sus declaraciones.

Meses más tarde, cuando fue detenido en Vélez Málaga, negó ante la policía y Guardia Civil española estas acusaciones. El juez de la. citada localidad malagueña, Fernando Escribano, no consideró estas implicaciones -reflejadas en un informe de la policía sueca- y envió el expediente a Madrid para que resolvieran el asunto de su entrega a Suecia, que puede no producirse hasta dentro de cinco años si se concede la pena solicitada por el fiscal que instruye el caso.Wolfel aseguró cuando fue detenido en Portugal: "Nunca seré entregado a Suecia", y manifestó su seguridad de que la policía española le protegería.

En los primeros días de septiembre la Audiencia Provincial de Cádiz juzgará al ex confidente por un delito cometido en marzo de 1.984, cuando la policía de Ceuta detuvo a Alain Albert Wolfel mientras intentaba introducir unos 50 kilos de hachís en la Península. Ingresó en prisión como preventivo, a pesar de que no consta en los ordenadores de las personas que han estado en prisión del Ministerio de Justicia, y el juez fijó su fianza en 2,5 millones de pesetas. Seis meses más tarde, en septiembre de 1984, fue puesto en libertad al pagar la octava parte de la fianza, 300.000 pesetas.

No consta en ningún expediente judicial que Wolfel se presentara durante este tiempo de libertad condicional en el juzgado de Rincón de la Victoria, la localidad malagueña donde residía.

El juicio de Wolfel por tráfico de hachís se fija para el 5 de junio de 1986. El ciudadano alemán occidental buscado por las policías sueca, alemana occidental y británica no se presenta ese día en la audiencia provincial de Cádiz. El juez dicta una orden inmediata de busca y captura, que queda anulada por la misma sala 15 días más tarde, cuando se recibe un certificado médico desde Suecia que alega una enfermedad de Alain Wolfel.

Ya entonces la policía sueca estaba buscando al alemán occidental implicado en delitos de tráfico de cocaína y hachís que recibía como pago a sus soplos.

Investigación interna

El frenazo a la extradición de Alain Wolfel parece haber ralentizado las investigaciones sobre las implicaciones de miembros de la Guardia Civil mezclados en el narcotráfico denunciados por el alemán occidental. La Brigada de Estupefacientes de Andalucía actuó con urgencia en la detención de Wolfel después de que el asunto saliera en la prensa.Mientras, desde un semanario español, un tal Francisco Salvat, condenado a ocho años por tráfico de cocaína tras el chivatazo de Wolfel, se ofrecía para facilitar los nombres de los agentes implicados al general de la Guardia Civil Manuel Fernández Romero, encargado de la investigación interna del cuerpo. Fuentes cercanas al citado general confirmaron ayer que no entraba dentro de los planes de Fernández Romero escuchar al citado delincuente, encarcelado en Málaga.

Según las fuentes consultadas, también ha influido el hecho de que el juez que le tomó declaración tras su detención en Vélez Málaga no tomara en consideración estas acusaciones ni ordenara investigación alguna.

A la vez que confirmaban que de las investigaciones iniciadas por el jefe de la Guardia Civil de Andalucía el pasado día 1 "no se desprendía ni un solo dato que diera pie a la apertura de expediente contra guardia civil alguno".