Los 'apuntadores' del Gobierno
Los socialistas han multiplicado el número de asesores ministeriales
Lejos en el tiempo quedan las acusaciones de aquellos socialistas de la oposición que recriminaban la inflación de cargos de los primeros Gobiernos de UCD. El día de Nochebuena de 1982, poco después del acceso de Felipe González al poder, se publicó un real decreto que regulaba los contratos de asesores no funcionarios y aseguraba su regreso al trabajo que ocupaban antes de ser nombrados. No existe una ley que delimite el número de "personas de confianza" que puede tener cada alto cargo, pero según los datos del Ministerio de Administraciones Pública existen 260 personas nombradas por "libre designación", en su mayoría como asesores, en la Administración socialista. A este número hay que añadir un centenar de personas contratadas por Moncloa.Excepto raras excepciones, los asesores hablan de sus compañeros con un fervor merecido y resaltan sus importantes logros profesionales, su eficacia y su preparación: "Fue número uno de su promoción", "es indispensable para el ministro". Sin embargo, nadie ha emitido opinión alguna sobre el aumento considerable del número de asesores, sobre todo teniendo en cuenta que en la época de UCD tan sólo los ministros y vicepresidentes tenían derecho a nombrar asesores, que en ningún caso podían exceder el número de cinco, según estipula un real decreto de 1977, lo que se convertía en un total de 75 asesores para todo el gobierno. Datos facilitados por los distintos ministerios y el examen del fichero de altos cargos revelan un notable aumento del número de especialistas contratados hasta una cifra superior a los 200.
Poco a poco se han ido cubriendo plazas que han ido engrosando el fichero de altos cargos español, cuyas tarjetas repletas de nombramientos alcanzan en la actualidad dos kilos y medio de peso. Estos asesores cobran en la actualidad un sueldo que oscila entre las 220.000 a las 300.000 pesetas.
Fidelidad
Son la conciencia jurídica, económica y de imagen de los ministros, secretarios de Estado y subsecretarios, los hacedores de discursos y desfacedores de entuertos. Muchos, como Cali Pedruelo, vocal asesora del subsecretario del Ministerio del Interior José Luis Martín Palacín, han seguido a su jefe desde sus primeros pasos políticos.
Otros prefieren trabajar en la sombra: preparar proyectos de leyes o repasar decretos, como es el caso del profesor penalista Juan José Casas, asesor jurídico del ministro de Justicia, Fernando Ledesma, que además tiene a su cargo el despacho del ministro. El ministro de Justicia tiene otros espadas: María Jesús Arozamena, hija de Jeronimo Arozamena magistrado del Tribunal Supremo; un fiscal, Mariano Fernández Bermejos, el periodista Alberto Elordi y otros dos vocales asesores.
Barrionuevo tiene un asesor dedicado en exclusiva a los temas taurinos, Carlos Briones, quien está convencido de que su paso por la dirección de una revista taurina, El Ruedo, determinó su destino en Interior. El hermano de la secretaria general técnica Carmen Briones pertenecía a los Medios de Comunicación Social del Estado. Barrionuevo cuenta además con otros nueve asesores, entre los que se encuentran un general de la Guardia Civil, un diplomático un periodista y un asesor para temas gitanos.
"Este tipo de puestos de libre designación cuanto menos se trate de disimular, mejor para todos" declaró un asesor ministerial que como funcionario ha alcanzado el nivel 30, el máximo puesto no político de la Administración, a base de una dura escalada.
Fidelidad, criterio y disponibilidad deben ser, a juicio de los asesores consultados, las principales virtudes de los colaboradores personales de los altos cargos, aunque ellos mismos destacan que ante todo debe primar una "discreción férrea", justificada por el acceso a papeles y documentos secretos.
El equipo que orquesta las ayudas al secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, suena tan fuerte como contundencia merecen los asuntos que manejan. Dos comisarios, un teniente coronel de la Guardia Civil, un ex concejal y un ex técnico de la Administración coordinan la información secreta, la seguridad de empresas, organizan operaciones como la Primavera y la Loro, además de actividades contraterroristas.
Por su parte, el director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, ha elegido como equipo de apoyo a un prestigioso psiquiatra, a un comisario del Cuerpo Nacional de Policía -que se encarga de asuntos operativos"- y a un funcionario del Cuerpo Técnico Administrativo del Ayuntamiento de Madrid, que cuenta entre sus conocimientos los que se derivan de una licenciatura en Derecho y un diploma de técnico urbanista.
Luis Carlos Croissier, ministro de Industria y Energía, es el único que oficialmente cuenta con asesora especializada en relaciones públicas e imagen, Teresa Morán. En el resto de los ministerios, los consejos sobre vestuarios, moda y lugares que visitar se reparten entre todos, aunque no siempre con éxito. Un asesor de un ministro socialista se quejaba de la especial habilidad de su jefe para no apearse de trajes anticuados en tonos marrones, sin que siquiera haya servido recordarle la afirmación de Winston Churchill: "Un gentleman jamás se pone un traje marrón".
Un equipo ganador
La alineación de asesores del presidente del Gobierno está formada por Mariano Pérez Galán, en el área de educación y cultura; el diplomático Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, como asesor de relaciones exteriores, y Francisco Fernández Marugán, que dirige el área económica. Ignacio Varela, hermano de Santiago Varela, subsecretario de la Oficina del Portavoz del Gobierno, se encarga del equipo especializado en tareas de análisis.
Todos ellos están dirigidos por el químico Roberto Dorado, que cuenta en su gabinete con un director, no asesor, que ostenta el relevante cargo de director de infraestructura y seguimiento para situaciones de crisis. Además, la infraestructura de apoyo está formada por casi un centenar de personas que realizan también fuciones de asesoría.
El portavoz del Gobierno y ministro de Cultura cuenta con dos vocales asesores en Moncloa y con siete asesores en Cultura. Uno de ellos es el arquitecto y funcionario José de la Dehesa Romero, hermano del secretario de Estado de Economía, que se encarga de "el aposentamiento del ministerio, además del Centro Cultural Reina Sofía". Jaime Brihuega está especializado en Bellas Artes, mientras que Javier Estrella se dedica a organizar cumbres y noches flamencas. Alfonso de Otazu lleva el departamento de mecenazgos; por su parte, el periodista César Alonso de los Ríos lleva las relaciones públicas.
Una diplomática, Anunciada Fernández de Córdova, es vocal asesora y se dedica al protocolo de Cultura, mientras que Pablo Martínez lleva las relaciones internacionales.
Según la Oficina de Información Diplomática (OID), en el Ministerio de Asuntos Exteriores tan sólo existe un asesor destacado en la Secretaría de Estado de Relaciones con la Comunidad Europea. El fichero de altos cargos arroja unas cifras visiblemente distintas: 11 asesores en Exteriores.
El ministro de Trabajo, Manuel Chaves, ha fichado seis asesores, mientras que el de Transportes, Abel Caballero, ha apostado por otros ocho.
En Economía, el equipo de Carlos Solchaga tiene 16 asesores oficiales.
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