Isoo Airota y Etsuro Toksuka

El abogado Etsuro Toksuka y el psiquiatra Isoo Airota forman parte de los profesionales nipones que propugnan una reforma urgente de la psiquiatría en su país. Sus reiteradas denuncias en diversos foros internacionales han propiciado que la Comisión Internacional de Juristas haya respaldado sus críticas. La subcomisión de Derechos Humanos de la ONU y la Liga Internacional de Derechos Humanos también han condenado los abusos producidos en los últimos años y denunciados por Toksuka y Airota.Etsuro Toksuka cerró hace seis años la puerta de su bufete, y desde entonces se ha dedicado a la defensa de los derechos humanos de los enfermos mentales internados en su país. Durante este tiempo, ha estado viviendo de sus ahorros y de la ayuda de su esposa, una psicóloga con la que tiene dos hijos. Su cargo de secretario general de la Fundación Salud Mental y Derechos Humanos de Japón, creada por un grupo de profesionales progresistas, no es lucrativo, pero piensa que merece la pena destinar un puñado de años a combatir el degradado sistema psiquiátrico japonés.

"En Japón hay 340.000 personas internadas a causa de enfermedades mentales, una cifra extraordinariamente alta que no deja de crecer, ya que apenas existe otra alternativa asistencial al margen del manicomio", explica el abogado nipón.

"El 95% de los internos han sido ingresados involuntariamente, bien por orden gubernativa (el 15%) o por consentimiento familiar (el 80%), lo que provoca numerosas irregularidades y una permanente falta de garantías jurídicas", resalta Toksuka. "En los últimos años se han producido muertes de enfermos que no han sido aclaradas. La mayoría de los centros pertenece a sociedades privadas, y el internamiento medio sobrepasa los 500 días", concluye el jurista.

Las denuncias de la Fundación de Salud Mental y Derechos Humanos en los foros intergubernamentales han ido haciendo mella en los últimos años. Respaldando sus denuncias, la Comisión Internacional de Juristas inició una visita hace dos años a Japón para evaluar la situación. El resultado ha sido una serie de recomendaciones al Gobierno japonés en las que se insta a abordar una reforma de la ley sobre salud mental.

"Como consecuencia de estas recomendaciones, el Parlamento japonés aprobó una rectificación legal superficial que consideramos insuficiente", sigue diciendo Toksuka. La próxima reunión, en agosto, de la Comisión Internacional de Juristas, que se celebrará en Ginebra, volverá a poner de manifiesto estas deficiencias.

El psiquiatra Isoo Hirota, compañero de Totsuka en esta visita a España para ver "los logros de la reforma psiquiátrica española", estima que el estado de la salud mental en Japón es una factor regresivo. "A pesar de los avances tecnológicos, los servicios sanitarios adolecen de asistencia comunitaria. Así, mientras en Estados Unidos disminuye el número de internos, atendidos en hospitales de día, Japón apenas dispone de alternativas no asilares, y los hospitales están saturados". Isoo Hirota, de 53 años, directivo de la Asociación Japonesa de Psiquiatría, cree que es difícil que en España se entienda el atraso nipón en este punto, como si, comparativamente, la psiquiatría española fuera ya una balsa de aceite.