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El equipo económico del Gobierno argentino reconoce el fracaso del Plan Austral, víctima de la inflación

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El equipo económico del Gobierno argentino abandona en botes de emergencia la barca del Plan Austral, que se hunde velozmente. La inflación durante el mes de junio llegó al 8%, según estimación oficial, aunque se cree que superó el 10% en la realidad. En seis meses se alcanzó el promedio previsto para todo el año en el acuerdo que Argentina firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI). A su regreso de Estados Unidos, el ministro de Economía, Juan Sourrouille, admitió que se había comprometido a reducir de forma "drástica" el déficit fiscal.

En medio de la naufragio, azotado además por el granizo de la crítica que cae desde todos los sectores, el equipo perdió a su número cuatro, el secretario de Industria y Comercio Exterior, Roberto Lavagna, uno de los ideólogos del riguroso plan de ajuste Austral, que comenzó a aplicarse en junio de 1985. Lavagna, un economista de origen peronista que fue muy criticado por su partido cuando se incorporó al Gobierno radical, reunió a los periodistas para atacar públicamente la política económica de los últimos meses. Dos días más tarde fue recibido por el presidente Raúl Alfonsín y una semana después presentó su renuncia luego de encontrarse a solas, durante una hora, con el ministro Sourrouille. La denuncia de Lavagna fue explicada por el Ministerio de Economía como "necesaria para homogeneizar el pensamiento del equipo económico", cuando se anuncia un nuevo "paquete de medidas".El presidente del Banco Central, José Luis Machinea, dijo que la aplicación de esas nuevas medidas sería inmediata porque "el país no puede darse el lujo de pensar en tiempos pre y post electorales". La política económica intentó contener la inflación hasta septiembre -cuando se realizan elecciones consideradas claves por el Gobierno- con una fuerte alza de las tasas de interés que redujo la circulación de dinero y, por tanto, la demanda.

"`Infantiles"

Machinea, integrante junto con el ministro Sourrouille, el secretario de Coordinación Económica, Adolfo Canitrot, y el secretario de Hacienda, Mario Brodherson, del "equipo" -como les gusta reconocerse- acusó de "infantiles" a quienes reclaman la baja de las tasas de interés "sin tener en cuenta el contexto general".La Unión Industrial Argentina advirtió en un comunicado que la continuidad de la política económica agravará la crisis y provocará el crecimiento geométrico de la deuda pública y privada". Según los industriales argentinos, al altas tasas de interés aplicadas junto con los controles de precios, no ataca las acusas de la inflación. Por su parte, Saúl Ubaldini, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) dijo que esperaba una respuesta del Gobierno "para saber si está dispuesto a compensar el deterioro de los salarios" antes de convocar al pleno de los sindicatos que decidirá un nuevo "plan de lucha".

El presidente Alfonsín ha solicitado al equipo económico que contemple todos los argumentos de la oposición en la elaboración del plan de emergencia.

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