Liberado a 20 kilómetros de su domicilio el industrial vizcaíno Andrés Gutiérrez Blanco
El industrial Andrés Gutiérrez Blanco, de 65 años, fue liberado ayer por la tarde cerca de la localidad de Gordexola, en el sur de Vizcaya, a 20 kilómetros aproximadamente de su domicilio, después de haber permanecido 46 días secuestrado por la organización terrorista ETA Militar. Fuentes no oficiales cifran en torno a los 150 millones de pesetas la cantidad comprometida en concepto de rescate, aunque el portavoz familiar, el abogado Carlos Bracho, volvió a desmentir, cuando Gutiérrez se encontraba ya en su domicilio, que hubieran existido siquiera negociaciones con ETA.
Gutiérrez fue encontrado por una patrulla de la Ertzaintza (policía autónoma vasca) a las nueve y media de la noche, después de que una llamada telefónica en nombre de ETAm a la Policía Municipal de Bilbao, en torno a las ocho de la tarde, alertara sobre la liberación del industrial. Sin tomarle declaración en vista de su estado, la policía autónoma le trasladó a su domicilio, en el barrio residencial de Neguri, en Getxo (Vizcaya), a donde llegó pasadas las 22.20 horas. Aparentemente se encontraba bien de salud, aunque bajo los efectos de un somnífero que le habían obligado a tomar sus vigilantes para impedir que registrara los detalles del traslado.Según relató el portavoz de la familia una hora después, el rehén cree haber permanecido durante todo su cautiverio en el mismo lugar, una lonja o garaje de poco más de tres metros de lado con las paredes cubiertas por láminas de plástico. El trato con los secuestradores, a los que sólo veía cuando le llevaban la comida, siempre encapuchados, fue distante y frío, y la alimentación de mala calidad, a base de vainas duras y un pescado casi desechoso que no supo identificar.
Durante el mes y medio de cautiverio permaneció la mayor parte del tiempo sin luz, apenas podía moverse por la escasez de espacio vital y únicamente se le dio la oportunidad de leer Egin, aunque previamente recortado para eliminar cualquier información que pudiera relacionarse con el secuestro.
Gutiérrez pudo tomar sin interrupción los medicamentos que precisa, gracias a que se los llevó de su domicilio cuando fue secuestrado, circunstancia que debía conocer el portavoz familiar. Pese a ello, en varias ocasiones Bracho ha realizado llamamientos públicos a ETAm para que le suministrara los fármacos. Cuando al industrial se le terminaron los medicamentos, los vigilantes le facilitaron nuevas dosis.
El rehén fue conducido al paraje donde le liberaron en el maletero de un automóvil, después de haber sido obligado a tomar un fuerte calmante. En torno a las siete de la tarde, quedó abandonado, en estado de semiinconsciencia y amordazado, aunque con las manos libres, en una pequeña hondonada. Según relato a sus familiares, escuchó ruido de gente poco antes de ser localizado por la Ertzaintza pero no hizo ningún movimiento porque pensó que podía tratarse de los secuestradores, que regresaban a matarle.
La tardanza de casi hora y media en localizar al industrial fue atribuida por Carlos Bracho al temor de las patrullas de la Guardia Civil y la Ertzaintza a que pudiera tratarse de una emboscada de los terroristas. Fuentes de la policía autónoma señalaron que tras recibir la alerta de la Policía Municipal de Bilbao varias patrullas de este cuerpo rastrearon una de las carreteras que unen Gordexola y Okondo, la más transitada, sin ningún resultado. Cuando iniciaron el rastreo de la segunda, se encontraron con las patrullas de la Guardia Civil.
Gutiérrez fue avisado de que existían posibilidades de una pronta liberación hace varios días. Luego, ayer mismo, los secuestradores le comunicaron que iba a quedar en libertad. Durante los últimos días, el portavoz familiar, que siempre ha negado la existencia de cualquier tipo de contacto o negociación con ETAm, había mantenido una actitud especialmente prudente.
El lunes de la semana pasada, Bracho anuló a última hora una conferencia de prensa y alegó que no había tenido tiempo para prepararla. Desde entonces había prometido en varias ocasiones celebrar la reunión con los informadores, pero sin comprometerse en una fecha concreta, siempre con la explicación de que necesitaba tiempo para preparar la comparecencia. El portavoz anunció ayer, al filo de la medianoche, que Andrés Gutiérrez relatará los promenores de su cautiverio, posiblemente hoy mismo, en una conferencia de prensa, después de que haya prestado declaración en la comisaría de la Ertzaintza de Getxo.
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