'Squatter' en Londres
El que suscribe estuvo viviendo varios meses en Londres como squatter (ocupante ilegal de casas deshabitadas), siendo así que conozco las circunstancias en que se desenvuelve este sector underground de la sociedad británica. La mayoría de los squatters son jóvenes necesitados de independencia que no pueden pagar el alquiler de un piso, por lo que tiran de destornillador y fuerzan la puerta de una casa vacía. El proceso de desalojo es largo, y pueden disfrutar del hogar provisional algunos meses (el tiempo necesario para ocupar una nueva casa).Aparte de esto, el Gobierno británico concede, sin discriminación, desde la mayoría de edad, un subsidio de desempleo mínimo de 30-35 libras esterlinas (6.000-7.000) pesetas semanales. Muchos añaden los ingresos por pequeños trabajos no declarados, pudiendo así vivir sin posesiones pero con desenvoltura.
¿Por qué permite esto el férreo Gobierno conservador: allanamiento, hurto de electricidad (nadie paga las facturas de las casas ocupadas), trabajo sin declarar...? Acaso porque vale más ceder temporalmente una casa que nadie va a alquilar y aflojar unas libras semanales que tener a todas las tribus urbanas (punkies, skins, heavies...) en la calle dispuestas a pegar fuego a todo.
¿Y aquí, qué? ¿Qué pasa con este Gobierno progresista que tenemos? ¿Se ha enterado de que el joven español sin trabajo no cuenta con subsidio si no ha cotizado; que no puede aspirar a emanciparse? ¿Hasta cuándo creen que vamos a aguantar?
Encima le vienen al joven un buen día con que tiene que raparse la cabeza e irse a hacer guardias durante un año, interrumpiendo sus estudios y destruyendo posibilidades de encontrar trabajo.
Señores del poder: guárdense de crear una generación de frustrados, porque no todos los individuos son de temple manso.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.