_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Otra vez

Que nadie se mueva ni se alarme más de lo debido, pero esto ni tiene solución ni conoce remedio. El verano marbellí viene desenfundando y haciendo nuevamente bueno el axioma de que nunca debimos abandonar el Misisipí. Al menos, sin el Winchester.La jeta florecerá cual seta -que no otro significado tiene lo de jet-set- y hombres y mujeres procedentes de todas las charcas sedosas del mundo, incluidas las nuestras, se concentrarán en ese hermoso pedazo de tierra rubia. Una tierra en la que, si uno busca bien, encuentra todavía un rinconcillo donde comerse un espetón de sardinas asadas a la lumbre en un chiringuito incontaminado por el rigodón asfixiante de los vips oficiales, de los profesionales de la felicidad y de un cierto concepto de belleza íntimamente relacionado con la taxidermia.

Es una pesadilla dantesca. De nuevo Gunilla con su melena y su maquillaje de figurante en una ópera de Wagner representada en el Asilo de Charenton. Philippe Junot insistiendo, bien a la plancha o bien al ajillo. Alfonso de Hohenlohe y sus adiposidades sonrientes. Kashogui, que es capaz, como en un cuento de Las mil y una noches, de mover las palmeras con uno solo de sus eructos. La señora y la niña de Kashogui, con cuyo vestuario se podrían engualdrapar las tribunas del desfile del Día de la Victoria, si todavía lo hubiera. Jaime de Mora y Aragón y su colección de bastones y monóculos.

Debo detenerme. La lista de apariciones tremebundas es demasiado horrible. No quiero mirar. Pero, sí, ahí están también Mila ex de Santana, Tita ex de Tarzán, Thyssen ex de ni se sabe, Lita ex de Trujillo... Y las folclóricas, no lo olviden. Una folclórica animando la juerga marbellí, de vez en cuando. Para acabarlo de arreglar, el obispo de Málaga lanzará posiblemente sus habituales improperios contra Sodoma y Gomorra, y las crónicas lo registrarán de nuevo.Si en este mundo hubiera justicia, Cristina Onassis saldría por la noche de su clínica de adelgazamiento y se los comería a todos. Qué final tan bonito.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_