Siria e Irak intentan un acercamiento a través de Jordania
Siria e Irak, cuyos gobernantes están enemistados desde hace ocho años, han iniciado en las últimas semanas un discreto acercamiento, que, de llegar a buen puerto, tendría un impacto profundo en la situación de Oriente Próximo y del golfo Pérsico.
Las negociaciones que, según fuentes árabes de Amman, no han superado aún la fase preparatoria, están apadrinadas por Jordania, Arabia Saudí y la URSS.La reconciliación entre Damasco y Bagdad es condición previa para la, celebración de una cumbre árabe. Los protagonistas no dicen ni una palabra, pero en Amman se afirma que el presidente sirio, Hafez el Asad, y el iraquí, Sadam Husein, se entrevistaron en secreto, a finales del pasado mes de abril, en una base aérea del desierto jordano. Ambos dirigentes estuvieron de acuerdo en que la reconciliación se formalizaría en el transcurso de una próxima cumbre árabe.
Más tarde, en la segunda semana de junio, el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Furuk el Chareh, y su colega iraquí, Tarek Aziz, visitaron independientemente Amman, y en la capital del reino hachemí se da como seguro que se reunieron con la máxima discreción. A causa de la rivalidad entre Damasco y Bagdad, los países árabes no se reúnen al completo desde el encuentro de Fez, en 1982. El rey Jordano Hussein y el saudí Fahd pretenden que la nueva cumbre se produzca el próximo otoño, con dos grandes temas en el orden del día: la guerra del Golfo y la posible conferencia internacional de paz en Oriente Próximo.
La hegemonía de la región
Damasco y Bagdad se detestan como sólo dos vecinos pueden hacerlo. Las dos capitales compiten por la hegemonía en la región desde tiempos medievales. En la actualidad pugnan por la dirección del Movimiento Baasista, del que -ambos regimientos se reivindican. El baasismo propugna la secularización y la unión de las naciones árabes y un cierto socialismo. La última ruptura entre Siria e Irak siguió, paradójicamente, a un breve intento de unión total, en 1978. Poco después, la guerra del Golfo ahonda las diferencias. Damasco reprocha a Bagdad que su guerra contra Irán perjudica la causa común frente a Israel.
Bagdad dice que, al tomar el partido de Irán, Siria apoya a un país no árabe frente a uno árabe. Entre los elementos que pueden unir a ambos hermanos enfrentados están su alianza con la Unión Soviética y su odio al integrismo islámico. En paralelo a los monarcas hachemí y saudí, Moscú desempeña un importante papel en los actuales esfuerzos por acercar a Siria e Irak. Gorbachov ha reactivado la presencia. de la Unión Soviética en Oriente Próximo. Su primer éxito ha sido la reciente reunificación en Argel de las principales facciones palestinas.
Nadie apuesta ciegamente por el feliz término del actual diálogo entre Siria e Irak. El pasado año, el rey Hussein anunció una inmediata reconciliación entre esos países. El 13 de junio de 1983, todo estaba dispuesto para que los ministros de Exteriores sirio e iraquí se reunieran. No acudió ninguno de los dos, y Jordania tuvo que informar que la entrevista quedaba pospuesta.
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