El poder de los "pieds-noirs'
Veinticinco años después han decidido reencontrarse. Del 25 al 28 de junio, en Niza, se espera a unos 300.000. ¿Qué festejan los pieds-noirs? ¿El reencuentro, el aniversario de su salida, su integración o el principio de una reconquista? Los responsables juran que no han inviado a ningún hombre político, pero el acto está organizado con ayuda de Jacques Médecin, y participarán diversas personalidades de la mayoría. Jean-Marie Le Pen también ha anunciado su llegada, y algunos directivos del Frente Nacional hacen campaña en favor de la reunión de Niza.Especular con la amargura de los pieds-noirs es correr tras los viejos mitos del voto y del lobby. Aunque a veces hayan votado en contra y hayan descalabrado algún cargo electo local, no siguieron a Tixier-Vignancour en la elección presidencial de 1965.
Al volver a Francia se reintegrarorí a sus familias políticas de origen, tanto de derecha como de izquierda. Si se prescinde de algunos éxitos personales, el pretendido poder pieds-noir no existe, ni en el mundo de la empresa, ni en la medicina, ni en arte, ni en literatura, ni en política; la única fuerza de los repatriados es su dinamismo y sus convicciones particulares. Exilados políticos o económicos, delincuentes o víctimas, soldados o civiles, en la mayoría de los casos los pied-noirs llegaron a Argelia huyendo de Francia. Algunas generaciones más tarde volvieron a Francia expulsados de Argelia.
, 28 de junio