La policía francesa detiene en Córcega al presunto jefe militar del separatista FLNC

La policía francesa ha conseguido romper la regla corsa de la omertà, o código de honor que impide la delación, con la detención, el pasado viernes a última hora de la tarde, de Charles Piéri, presunto jefe de la estructura militar del ilegal Frente de Liberación Nacional de Córcega, según ha insinuado la policía francesa, gracias a un informador. La fotografía de Piéri y de cinco militantes más del FLNC fue reproducida en un cartel difundido en la isla y en los puertos de Niza y de Marsella, en el que se ofrece un millón de francos (unos 21 millones de pesetas) por informaciones que llevasen a la detención de los terroristas.Charles Piéri, de 37 años, llevaba, en el momento de su detención, a 30 kilómetros al sur de Bastia, dos macutos llenos de explosivos y de armas.

Tres personas más, entre ellas el propietario de la casa donde se encontraba el presunto terrorista, han sido también detenidas. Piéri fue encarcelado en Bastia en marzo de 1983, por su supuesta participación en el asesinato de dos legionarios en la misma Córcega, y se fugó de la prisión, junto con un preso común, en enero de 1984.

Nada permite pensar, por el momento, que Piéri sea el autor del asesinato, el pasado 16 de junio, de Jean-Pierre Lafay, veterinario residente en la ciudad de Corte, al que unos desconocidos dispararon a bocajarro al salir de los estudios de la televisión regional, después de una debate sobre el terrorismo y las reivindicaciones nacionalistas en Córcega.

El Frente de Liberación Nacional de Córcega negó la autoría del atentado, después de que en un primer momento una voz anónima lo reivindicara para esta organización ilegal, en una Ramada a un periódico de la isla.

Lafay era presidente de una asociación de víctimas del terrorismo y era señalado como uno de los portavoces del antiindependentismo, y su asesinato fue considerado como una respuesta a las múltiples declaraciones del ministro del Interior, de orígenes corsos, Charles Pasqua, incitando a la colaboración con la policía. El asesinato de Lafay, el día en que Pasqua terminaba una visita de tres días a la isla, creó una gran conmoción en toda Francia y desencadenó una campaña de incitación a la delación, con una sustancial recompensa, que ha despertado considerables reticencias entre la población corsa.

Aparte del valor intrínseco que conlleva la neutralización de este destacado militante del independentismo armado, la detención de Piéri ha sido considerada por la policía como un "éxito psicológico", principalmente en razón de la ruptura de la barrera de silencio creada en Córcega alrededor de la policía y de la justicia, como resultado de hábitos de comportamiento típicos de la Mafia.