Quiniela múltiple para tres elecciones

El pleno constituyente del nuevo Ayuntamiento de Madrid, surgido de las elecciones del pasado día 10, tendrá lugar a las once de la mañana del martes próximo, y el equipo de gobierno municipal que surja de esa reunión puede ser muy diferente según sea la actitud definitiva de varias fuerzas políticas.Compuesta por 55 concejales, la corporación municipal puede tener un alcalde socialista, Juan Barranco, si los ocho representantes del Centro Democrático y Social (CDS) votan a su propio candidato, Agustín Rodríguez Sahagún, y los 20 concejales de Alianza Popular (AP) hacen otro tanto con su cabeza de fila, José María Álvarez del Manzano.

En el caso de que Alianza Popular y CDS lleguen a un acuerdo, la suma de sus propias fuerzas basta para convertir en alcalde a quien designen. Incluso sin mediar un acuerdo, los aliancistas pueden convertir en alcalde a Rodríguez Sahagún si unánimemente votan a éste en vez de hacerlo a Álvarez del Manzano, ya que el PSOE e Izquierda Unida suman 27 concejales, uno menos que Alianza Popular y CDS juntos.

A la inversa, bastaría con que un solo concejal del CDS o de Alianza Popular rompiese la disciplina de partido -el voto secreto-, en caso de que ambas fuerzas llegasen a un pacto, para que se produjese un empate entre el centro-derecha y la izquierda y fuese proclamado de nuevo alcalde Juan Barranco, al haber sido su candidatura la que más votos obtuvo en los comicios.

Apoyo al CDS

Para que tal empate se produjese sería necesario que los tres concejales de Izquierda Unida apoyasen explícitamente al PSOE. Uno de dichos ediles, Ramón Tamames, ha defendido tenazmente la conveniencia de apoyar al CDS y en ningún caso al PSOE.

De otro lado, la elección del Gobierno de la Comunidad de Madrid dos días después posibilita una variación de las alianzas establecidas para el Ayuntamiento. Así, se puede dar la circunstancia de que Juan Barranco permanezca en la alcaldía mientras Joaquín Leguina es apartado de la presidencia de la comunidad, mediante una votación conjunta de los 32 diputados, de AP y los 17 del CDS, que ganarían por dos votos a los 40 parlamentarios del PSOE y los 7 de Izquierda Unida. En este caso, Leguina vería agravado el revés que sufrió en las elecciones, ya que no se trata de un candidato cualquiera, sino del secretario general de la Federación Socialista Madrileña.

También puede suceder que el CDS acceda a un acuerdo con AP para conquistar la alcaldía y en cambio se niegue a un entendinfiento para la presidencia de la comunidad, en cuyo caso quedaría claramente perjudicado un vicepresidente nacional de AP, como es Alberto Ruiz Gallardón, diputado en la Asamblea regional. Esta institución ofrece, además, la posibilidad de acuerdos diversos en relación con la presidencia de la Cámara, que puede obtener la oposición por sí misma.