El Consejo de Ministros de Agricultura de la CE termina sin acuerdo sobre los precios y la tasa de grasas vegetales
, El Consejo de Ministros de Agricultura de la Comunidad Europea (CE) concluyó ayer sin que se lograra un acuerdo sobre los precios de intervención de los productos agrícolas ni sobre la posibilidad de establecer una tasa a las materias grasas vegetales y marinas. El ministro de Agricultura belga, presidente del consejo, declaró que es posible una próxima reunión antes de que se celebre la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la CE, prevista para los últimos días de este mes.
La Comisión Europea, por su parte, anunció su intención de prolongar la pasada campaña, al no haberse alcanzado un acuerdo sobre los precios de intervención de los productos agrarios, "con una interpretación dinámica de sus competencias y teniendo en cuenta la grave situación presupuestaria". Esta decisión se interpretó como una advertencia de la Comisión para hacer bajar los precios de intervención o provocar recortes en las subvenciones.El ministro de Agricultura español, Carlos Romero, subrayó, al término de la reunión, que "la postura intransigente (de Alemania condicionó el desarrollo final del Consejo", ya que hasta entonces parecía que había posibilidad de acuerdo. En el Consejo de Ministros se obtuvo un acuerdo por mayoría cualificada sobre la propuesta de la Comisión Europea para la reforma agro-monetaria, pero Alemania expresó su intención de invocar el convenio de Luxemburgo, respecto al derecho de veto, argumentando el interés vital para un país.
La definición de la postura española sobre una tasa destinada a facilitar la absorción del sector olivarero español en la Comunidad Europea ha dado lugar a un espectacular enfrentamiento entre los ministerios españoles de Agricultura y Economía, según fuentes comunitarias. Durante el último Consejo de Ministros de Agricultura, Carlos Romero reprochó al secretario de Estado de Economía, Guillermo de la Dehesa, su pronunciamento en contra de esa tasa y sus posteriores declaraciones públicas.
Romero le recordó que él era el más indicado para expresarse sobre la cuestión ante sus homólogos y ante la Prensa porque, primero, afectaba más a Agricultura que a Economía y que, además, desempeñaba una cartera ministerial mientras de la Dehesa sólo era secretario de Estado. Carlos Romero señaló que "el Gobierno español, a través mío, se reserva su posición definitiva sobre esta negociación, incluída la tasa al consumo".
Doble consejo
En un intento de forzar un acuerdo sobre la propuesta de precios, la presidencia belga de la CE tomó la iniciativa de convocar un doble Consejo de Ministros de Agricultura y Hacienda al que asistieron Romero y De la Dehesa. Cuando le tocó el turno de palabra, el secretario de Estado rompió tres largos meses de silencio de España a propósito de la famosa tasa y se declaró "en principio opuesto" a su aplicación, una posición compartida por el Reino Unido, Alemania y Holanda pero apoyada por los países productores de aceite de oliva como Italia, Grecia e incluso Francia cuyo ministro, François Guillaume, no dudó en afirmar que "Madrid se hace el harakiri'.
En línea con su actitud desde hace tres meses, Romero rehusó pronunciarse sobre esta conflictiva cuestión pero no disimuló, sin embargo, su sorpresa ante las declaraciones del secretario de Estado con el que ostentaba la representación de España. La extrañeza se convirtió en cólera cuando se enteró de que De la Dehesa había comunicado a la Prensa sin contar con él las líneas maestras de su intervención, precisando además que reflejaba la postura del Gobierno.
Los silencios y ambigüedades calculadas de Romero, achacables inicialmente al desconcierto que le produjo la propuesta de la tasa, se han convertido con el tiempo, según fuentes españolas, en un elemento calculado de su táctica negociadora con el que intenta que España sea corte ada por ambos bandos.
Aunque no se ha pronunciado nunca públicamente sobre esa iniciativa del comisario de Agricultura, Frans Andriessen, Romero se muestra, en privado, según las mismas fuentes, partidario de su aplicación como también lo son el embajador de España ante la CE, Carlos Westendorp, y el presidente del FORPPA, Vicente Albero. El primero ha afirmado que es un "rnal menor" aconsejable para España, mientras el segundo la considera "útil y eficaz" para incorporar al sector olivarero español en la CE.
De la Dehesa y, al parecer, el ministro de Economía, Carlos Solchaga, sostienen que es injusta porque sólo se aplica a las grasas vegetales y no a las animales y temen las consecuencias que pueda tener sobre las relaciones comerciales con Estados Unidos.
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