Seis altos mandos destituidos desde 1983

Desde 1983, seis altos mandos militares han sido destituidos de manera fulminante por el Gobierno socialista con motivo de declaraciones, actuaciones o escritos que han sido considerados como una injerencia en asuntos políticos o en la dirección de la política de defensa.El primer jefe militar destituido fue el capitán general de la VII Región Militar, teniente general Fernando Soteras, el 14 de septiembre de 1983, por unas declaraciones a la revista Interviú, en las que minimizaba la importancia del intento golpista del 23-F.

Narcís Serra, ordenó, en julio de 1984, la destitución como director de la Escuela de Guerra Naval del vicealmirante Salvador Moreno de Alborán, días después de que éste hubiera enviado un saluda a numerosos militares, entre ellos varios agregados de Embajadas extranjeras en Madrid, que ternúnaba señalando que el día 24 de agosto iba a cesar, "en cumplimiento de una disposición del Consejo de Ministros que bloquea mi ascenso a almirante".

Estados Unidos y el 23-F

También fue destituido el capitán general de la V Región Militar (Zaragoza), teniente general Manuel Álvarez Zalba, el 31 de octubre de 1984. El general afirmó en un coloquio público en la capital aragonesa que España no estaba en condiciones de defender Ceuta y Melilla, calificó de mercenarias" a las tropas estadounidenses en Europa y aseguró que EE UU no apoyará a nuestro país ante un conflicto hispano-marroquí.

El gobernador militar de León, general David Fernández Teijeiro, fue destituido en enero de 1985. La medida fue relacionada por el propio general con un discurso que pronunció el 20 de noviembre anterior, con frases elogiosas a la figura del general Franco.

El general de brigada de Artillería Abel Barahona fue destituido como responsable de las actividades culturales del ministerio, el 4 de febrero de 1986, por haber intervenido en las gestiones que culminaron con la firma de Narcís Serra de la presentación de la primera edición de un libro que contenía alabanzas al frustrado golpe del 23-F.

El 17 de octubre de 1986, el Consejo de Ministros destituyó al general de división Andrés Cassinello, jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, que el día anterior había publicado en el diario Abc un artículo en el que atacaba públicamente a políticos, jueces, empresas periodísticas e informadores y ridiculizaba al ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Javier Solana.

Tras el cese el ministro José Barrionuevo comentó: "La democracia debe bastante a Casinello, no debe ser apartado para siempre de puestos de responsabilidad". El día 31 del mismo mes Cassinello fue nombrado comandante general de Ceuta.