_
_
_
_
_

El Papa elogia en Gdansk el concepto de "solidaridad"

Juan Arias

Ayer por la tarde, Juan Pablo II, a las puertas de Gdansk, a las orillas del mar Báltico, en Gdynia, ante 300.000 personas, hizo una larga y apasionada defensa del concepto de solidaridad. Inmediatamente después, ya en Gdansk, donde llegaba por vez primera tras la prohibición de entrar en la ciudad peoligrosa, cuna del disuelto sindicato de Lech Walesa, como en los dos viajes anteriores, se encontró privadamente en el arzobispado con el premio Nobel de la Paz, su esposa y sus ocho hijos. A la cita, Lech Walesa y su familia habían sido conducidos, por motivos de seguridad, en un coche de la policía a través de una ciudad que había sido tomada militarmente por 410.000 agentes de seguridad llegados de todo el país en las últimas 48 horas.

ENVIADO ESPECIAL, Las autoridades adujeron que la militarización de Gdansk se debía a los disturbios que el miércoles habían tenido lugar en Cracovia, donde grupos considerados extremistas por el Gobierno polaco dieron pie a una demostración de protesta ilegal lanzando dos bombas lacrimógenas y apedreando a algunos agentes a los gritos de "Gestapo, Gestapo".Pero la gran novedad de ayer fue que el papa Wojtyla en este viaje de amplio "compromiso histórico" entre la Iglesia y el régimen del general Wojciech Jaruzelski y en vísperas del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre el Vaticano y Varsovia, de repente hablando a los hombres del mar en Gdynia, a las puertas de Gdansk, entonó un canto a favor de la solidaridad, una palabra para unos maldita y para otros bendita y que aún no habíá pronunciado una sola vez en este viaje.

Ante el mar polaco

Empezó diciendo que es importante que esta palabra de solidaridad "haya sido pronuncia aquí delante del mar polaco", y que haya sido pronunciada "de un modo nuevo, lo que confirma al mismo tiempo su contenido eterno", y añadió con solemnidad arrancando el primer aplauso: "En el nombre del futuro del hombre y de la humanidad es necesario pronunciar hoy esta palabra de solidaridad. Y el mundo no puede olvidarla".Pero cuando junto con los aplausos empezaron a levantarse en el aire las primeras pancartas rojas del sindicato clandestino Solidaridad, Juan Pablo II, interrumpiendo su discurso, les dijo: "Agradezco la acogida que habéis dado a mis palabras, pero quiero que escuchéis en silencio lo que os voy a decir, porque es muy importante...", y el tono de voz en que pronunció estas palabras hizo que cientos de miles de personas presentes se quedaran mudas.

El papa Wojtyla añadió, fuera del texto, que cualquier papa que hubiese llegado hasta aquí "aunque no hubiese, sido polaco" se hubiese visto en la obligación de decir las mismas cosas.

Después, continuando con la lectura del texto añadió: "Aquí, a orillas del Báltico también yo pronuncio esta palabra, este nombre de solidaridad, porque ella pertenece al constante mensaje de la doctrina social de la Iglesia". Volviendo a improvisar dijo: ¿Qué quiere decir solidaridad? ¿Significa pluralismo? ¿O bien todo lo que se refiere a la dignidad del hombre?"

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En realidad Juan Pablo II nunca nombró al sindicato y explicó que la solidaridad "precede a la lucha y la purifica", y que la lucha no debe ser contra el hombre, sino a favor de él.

Tras su encuentro con el papa Wojtyla, que duró 45 minutos, Lech Walesa se limitó a comentar que dicho encuentro se había desarrollado "en un clima maravilloso", y añadió: "Estábamos en total armonía y yo pude decirle al Papa todo lo que deseaba".

Ayer fueron detenidas en Gdansk 38 personas, consideradas activistas del disuelto sindicato de Walesa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_