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El catalán retenido en Teherán colaboró con un empresario que estafó a Irán

Antonio Sadurní Quintero, que desde el pasado mes de febrero se encuentra retenido por la policía de Teherán sin que pueda abandonar el país, colaboró estrechamente y estuvo considerado como el hombre de confianza del argentino de origen yugoslavo Andrés von Podolsky, condenado por estafar al Gobierno iraní. En medios jurídicos se asegura que la retención del industrial catalán a estar relacionada con el contencioso que mantiene Von Podolsky con el Gobierno iraní.

Andrés von Podolsky, acaudalado comerciante internacional afincado en Barcelona, fue condenado el pasado mes de diciembre a un año y seis meses de prisión por la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Provincial de Barcelona por presunta falsedad y estafa de 48 millones de pesetas a la compañía paraestatal iraní Cupola Construcción.El procedimiento Judicial contra Von Podolsky y otros tres comerciantes, vinculados todos ellos a la empresa barcelonesa Productos Químicos para la Industria, SA (Cipquisa), se inició a requerimiento del propio Gobierno de Irán, que presentó una querella contra los cuatro acusados.

Dos querellas más

En los últimos años, el Gobierno iraní había presentado otras dos querellas contra Von Podolski por irregularidades similares, pero los juzgados en los que se tramitaban estas denuncias decidieron archivarlas por falta de pruebas, según se asegura en medios jurídicos. Asimismo, se archivaron tinas diligencias judiciales seguidas en la Audiencia Nacional contra el súbdito argentino Von Podolsky por supuesto tráfico de divisas cometido en relación con sus vínculos comerciales con Irán.Según se desprende de la única sentencia condenatoria dictada en Barcelona contra Andrés von Podolsky, éste y un socio de Cipquisa concertaron en 1981 con una empresa paraestatal iraní, Cupola Construcción, el suministro de 1.100 toneladas de barras de hierro, destinadas a la construcción y que habían sido fabricadas en una industria suiza. El Banco Mellat de Irán, a través de una sucursal del Banco Hispano Americano, pagó por esta mercancía 972.500 marcos (48.815.825 pesetas), después de que los procesados presentaran certificados de que los suministros habían salido ya con destino a Irán.

Posteriormente, se descubrió que no existía la mercancía, que ésta no había sido embarcada y que todos los documentos, que autentificaban la operación habían sido falseados.

Andrés von Podolsky recurrió la sentencia ante el Tribunal Supremo y alegó que los documentos le habían sido suministrados por la empresa de Zúrich encargada de la fabricación de las barras de hierro. Un ex socio de Von Podolsky declaró ayer a este diario que Cipquisa no fue responsable del fraude, ya que la estafa en realidad fue cometida por los industriales suizos.

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A pesar del procedimiento judicial que en el juzgado de Barcelona se seguía contra Von Podolsky por las operaciones irregulares efectuadas en Irán, éste trató de llevar a cabo una nueva operación destinada a proveer de armas al Gobierno de Teherán. En 1984, Podolsky se puso en contacto con los directivos de la Empresa Nacional Santa Bárbara y les ofreció la compra de un lote de armamento compuesto por munciones y explosivos valorado en 1.500 millones de pesetas y destinado a Irán. La operación no se llevó a término.

El secretario

Entre las empresas impulsadas por Von Podolsky se encuentra Pamesa Industrial, SA, dedicada a la importación y exportación, en la que trabajaba como único empleado Antonio Sadurní, el catalán retenido ahora en Teherán."Era su hombre de confianza y actuaba siempre como su secretario", aseguró ayer uno de los ex socios de Von Podolsky, refiéndose a Sadurní. La empresa Pamesa Industrial se dedicó también al comercio internacional y, al parecer, se extinguió en 1984.

A pesar de la desaparición de esta empresa, Sadurní continuó colaborando con Von Podolsky. En medios comerciales no se descarta la posibilidad de que el hombre de confianza del súbdito argentino se hubiera trasladado a Irán en nombre de Von Podolsky, con la intención de cerrar un nuevo pacto comercial.

Von Podolsky no se encuentra desde hace días en su domicilio de Barcelona y su abogado se ha negado a efectuar comentarios sobre el caso. La Embajada de Irán en Madrid señaló ayer que desconocía las relaciones de Von Podolsky con Sadurní.

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