La izquierda peruana sale a la calle para pedir a Alan García un cambio de Gobierno
Las tres cuartas partes de la céntrica plaza limeña de San Martín más conocida como plaza roja por la pintura de sus edificios, albergaron en la noche del miércoles, durante tres horas, las exigencias del frente de izquierda peruano Izquierda Unida (IU), que exige al presidente Alan García que cambie su Gobierno y la política social y económica del país.
A pesar de encontrarse en una delicada crisis interna, después de la renuncia irrevocable de su líder durante los últimos siete años, Alfonso Barrantes, quien no acudió al mitin, la IU congregó la víspera a una buena parte de sus militantes, demostrando que el poder de convocatoria que tiene entre sindicalistas y habitantes de las barriadas continúa intacto.Además de las pancartas alusivas, los manifestantes quemaron un ataúd representativo del equipo gubernamental y mostraron el culto aún vigente a la figura del Che Guevara en una que otra imagen.
Previamente a la manifestación, en la madrugada del miércoles, Barrantes había hecho llegar un mensaje al periódico de izquierda La Voz apoyando el mitin y desmintiendo rumores de división. Su nombre o mención estuvieron ostensiblemente ausentes de las voces de los participantes y del discurso del único orador del acto, el recientemente reelegido secretario general del Partido Comunista Peruano, Jorge del Prado, que en su calidad de coordinador de turno hizo uso de la palabra.
Dos mensajes leídos, antes de la intervención de Del Prado, fueron especialmente considerados. Uno de la Guardia Civil pidiendo apoyo a la IU en el respeto al acta firmada con el Gobierno después de un motín de cuatro días, y la de los presos de las cárceles de Lurigancho y Canto Grande, solicitando amnistía. Del Prado aseguró en su discurso que la mayoría de estos presos pertenecen al frente de izquierda.
Peticiones comunistas
El líder comunista condenó el terrorismo, la política antisubversiva del Gobierno, la falta de juicio por el genocidio de los penales el año pasado y la represión en las zonas de emergencia.La contestación contra el APRA, el partido en el Gobierno, fue pedida insistentemente por los manifestantes, a lo cual Del Prado respondió con un rechazo al toque de queda en la capital, a las zonas de emergencia y la relación del Gobierno peruano con los 12 grupos económicos más poderosos del país, llamados aquí los doce apóstoles.
Denunció que el Gobierno del presidente Alan García está haciendo tratos secretos con el FMI en una renegociación de "condiciones desventajosas para el país, ya que se incluye la congelación de los salarios y el alza de los precios".
Por otra parte, convergiendo con los rumores de una remodelación ministerial y de las fuertes críticas de la izquierda al actual Gabinete, el presidente García anunció ayer que se avista una oxigenación gubernamental en la que entrarán funcionarios no apristas y un civil al nuevo Ministerio de Defensa.
Alan García elogió la labor del más criticado de sus funcionarios, el premier y ministro de Finanzas, Luis Alba Castro, por lo que se cree que éste puede continuar como presidente del Consejo de Ministros.
En relación a la renuncia de Barrantes, García expresó que es "un hombre al cual Perú le debe mucho...", y negó que le hubiera ofrecido alguna vez un cargo ministerial.
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