Pérdida de la salud

Quisiera matizar el artículo del subsecretario del Ministerio de Sanidad y Consumo, Carlos,Hernández Gil, aparecido en EL PAÍS del pasado día 18 de mayo, puesto que también he tenido conocimiento del trabajo realizado en 1974 por M. Lalonde en el Canadá. En ese estudio, al evaluar porcentualmente las causas de pérdida de la salud, se observó que el sistema asistencial sólo tenía una incidencia del 12%, es decir, que las personas no perdemos la salud por tener mejor o peor asistencia, ni más cerca ni más lejos. La recuperamos, eso sí, si la asistencia es óptima, tanto por el personal sanitario como por razones de espacio y tiempo. Sin embargo, paradójicamente, los recursos económico-sanitarios van destinados en su mayoría (92-95%) al servicio asistencial y sólo se dedica un 8% a las causas reales de pérdida de la salud.No es posible, hoy por hoy, disminuir el presupuesto asistencial-sanitario, pero si parecería lógico que una planificación san¡ taria moderna contemplara como un hecho urgente la dota ción presupuestaria para corregir las causas que producen la ca rencia de salud. El organigrama sanitario sí puede y debe ser corregido, potenciando básicamen te la sanidad preventiva. Debe incluirse aquí uno de los factores que con mayor incidencia puede influir en la salud: la alimentación humana.-

Jaume Balagué i Estrems. Veterinario. Presidente del Sindicat de Veterinaris de l'Administració a Catalunya. Barcelona.