Las mujeres compiten por el poder municipal

Pese a que las carteras ministeriales permanecen esquivas, los partidos parecen dispuestos a compartir el poder municipal con la mujer. Así, Izquierda Unida presenta mujeres alcaldables en seis capitales de provincia, a la vez que Soledad Becerril, por AP, y Charo Muela, por el CDS, se disputan el sillón socialista de Sevilla, y María Dolores Pelayo, del PSOE, trata de arrebatar para sí el de Santa Cruz de Tenerife. Euskadiko Ezkerra encabeza su lista a Pamplona con cinco mujeres. Una presencia que, sin embargo, no rebasa el 20% en el conjunto de las listas.

"Es significativo, dentro de la penuria existente, que cada vez seamos más", afirma Eulália Vintró, cabeza de lista a la alcaldía de Barcelona por Iniciativa per Catalunya, coalición que integra a PSUC, PCC y a la izquierda nacionalista. Eulália Vintró, de 41 años, diputada en el Parla mento catalán y concejala en el Ayuntamiento de Barcelona, re cuerda que, a comienzos de su carrera política, jugó cierto papel el hecho de ser mujer. "La consigna de incluir a un obrero, un joven y una mujer en las listas pudo favorecerme en el pasado; ahora, al encabezar una candida tura, no creo que el sexo haya influido tanto como la experiencia". Opina que, aunque el próximo alcalde de Barcelona sea soacialista, la participación de su grupo será decisiva para crear una mayoría de izquierda: "Los electores tendrán que decidir si quieren un modelo puramente PSOE y prepotente o una políti ca de izquierda más participativa". Piensa Vintró que la mujer es menos corruptible por el poder porque está más arraigada en lo cotidiano".Definirse ante el aborto

Soledad Becerril, de 43 años, número uno de Alianza Popular a la alcaldía de Sevilla, aspira a quebrar la mayoría socialista. "La mayoría la pierden seguro, y tal vez también la alcaldía", asegura. Antigua liberal de Garrigues y ex ministra de UCD, Soledad Becerril no disimula su deseo de ocupar el primer sillón sevillano. "Ser alcalde de mi ciudad me satisface más que ser ministra", reconoce. Aunque para ello haya tenido que aceptar ese matrimonio de razón con Alianza Popular, un partido que, al no contar con candidato propio para hacer sombra al PSOE, ha tenido que pactar con una mujer que formó parte de la oposición al franquismo.

"Claro que he evolucionado; aunque no tanto como el PSOE. Por otra parte, creo que no siem pre se puedan elegir opciones puras, porque la sociedad actual no es tan pura ni tan estricta". Y como prueba de que todo es relativo, Becérril afirma no suscribir los planteamientos de AP en el tema del aborto, sumándose a las posiciones de otras mujeres de izquierda.

Charo Muela, de 42 años, número uno a Sevilla por el CDS, declara rotundamente: "En el CDS no se tiene en cuenta si se es mujer u hombre. Hoy día tal vez tenga alguna influencia en los electores, aunque no sé en qué sentido, pero dejará de tener influencia en el momento en que haya más mujeres en la política".

"La mayoría de las mujeres con las que hablo me dicen que me van a votar", declara Carmen Arjona, candidata a alcaldesa por Izquierda Unida en Valencia. "Pero no sé qué reflejo electoral tendrá y qué grado de influencia tiene todavía la opinión del marido", agrega. Arjona, de 32 años, fue ya concejala de Medio Ambiente por el PCE en 1979 y tiene una densa trayectoria sindical sobre sus espaldas. Hija de emigrantes andaluces, no necesita explicitar, -como otras personas en las que la lucha por sobrevivir ha sido más soterrada-,que se ha hecho a sí misma: estudió bachillerato a la vez que trabajaba en una fábrica y su ascensión política ha sido pareja a la dedicación sindical.

Su número dos, Amparo Ferrando, de 34 años, abogada y actual funcionaria de la diputación, es su contrapunto en cuanto a discurso verbal. "Nues tra lista integra no sólo a Izquierda Unida sino a los nacionalistas progresistas, a la izquierda marchosa y moderna de Valencia", precisa Ferrando. "Vamos a actuar como bisagra, no como macetas; y eso aunque el señor del PSOE diga que no le importaría pactar con las chicas de IU por que somos muy simpáticas", de clara Arjona.

La diputada socialista María Dolores Pelayo, de 43 años, es la única mujer del PSOE que encabeza la lista municipal en una capitat de provincia. "Para llegar al 50% de participación femenina en las listas habría que impulsar acciones positivas, pero es difícil porque tampoco puedes quitar a otro que se lo ha trabajado durante años".

Rosa Miguélez, de 33 años, actual alcaldesa socialista de Ares (La Coruña), un pueblo marinero de 5.000 habitantes que ha sufrido la reconversión, se presenta el 10 de junio a la reelección. "Se ha roto el estereotipo del alcalde hombre y esto tiene un efecto de contagio positivo para la sociedad. Las mujeres somos más constantes, más enteras y menos histéricas que los hombres y nos entregamos mejor a un trabajo tan fatigoso como el municipal". Miguélez, que fue se cuestrada en su despacho por mujeres de trabajadores en paro, resolvió el conflicto "sin llamar a la Guardia Civil".

En Pamplona, Euskadiko Ezkerra presenta a la alcaldía una lista encabezada por cinco mujeres. Isabel Ziriza, la número uno, es una fisioterapeuta de 37 años con experiencia sindical y de partido. La número tres de la candidatura es la ginecóloga Elisa Sesma, a la que la derecha tildó de asesina por realizar el primer aborto legal en Navarra.