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El mejor Welles para la cronica de una decadencia

Tiempos felices y aire puro allí donde reina la calma y c~i ocio es ocioso. Donde hasta las nubes, tras reverencia cortés, piden permiso para llover. Sedas y terciopelos cubren damas de mucha distinción.Nuestro primer contacto con ese paraíso es la -Imagen de una bella casa acariciada de árboles y suave viento. La casa de los Amberson, allá por el último cuarto de siglo pasado. Cruzan por delante de ella transeúntes, carruajes y tranvías tirados por caballos.

Se establece, así pues, co una sola imagen y,una voz en o que cuenta cuentos, la definició exacta de una época y un mod de vida.

Pero todo. eso va a cambi los próximos años. Los tiempo perderán la felicidad en algun página del calendario, el aire s viciará y las nubes olvidarán s buena educación. El horizont tiene en su línea 10 letras escri tas: decadencia. La familia Am berson padecerá esa palabra.El cuarto mandamiento es 1 historia de esa decadencia d años contada en hora y media d cine magistral. Es la crónica d una evolución social contrastad con la pérdida de una identida individual.

Los Amberson, de inmejora ble posición antaño, bajan, mien tras los Morgan, modestos siem pre, suben. Y es que Eugen Morgan ha apostado por el futu ro, por ese carruaje de tracció no animal que será una pesadill un siglo después. Los Amberso no apuestan porque, aparente mente, falsa apariencia, lo tiene ya todo ganado.

1 Los Amberson y los Morgan dos familias antitéticas que em piezan amistosamente sus con tactos con cenas semanales bailes encopetados para pasar con el tiempo, a recelar los uno de los otros, a enamorarse el hij de unos con la hija de los otros el padre de los otros con la ma dre de los unos. El desenlace triste, nos recuerda que no tod es aparejable por muy bonito qu sea.Narrativa arrolladora

El cuarto mandamiento' ~kla

muchos- mejor película de Or

son Welles, pinta todo ese mun

do bajo una luz grisácea, entr

decorados barrocos y a travéss

un sincero espíritu romántico.

El hallazgo dos años antes d Ciudadano Kane tiene aquí ss continuación (o su sublimació en una narrativa fluida aunqu arrolladora. Cada plano o cad plano-secuencia crea un mundd propio y tiene una ética propia. es que, detrás de la composició a todas luces genial de esta p lícula, hay una historia y una le tura moral sobre el hombre y paso del tiempo y sus frustraci nes en la que Welles cree cieg mente, todo y ser, por descont do, por sus trágicas conclusi nes, una lectura desesperada.

Tan desesperada, que RK la productora, sometió el filme un nuevo final, más suave por a decirlo, que parece ser filmó R bert W¡se, a la sazón uno de 1 montadores de la película. Per con todos los cambios impue t que se quieran, no deja por es de ser El cuarto mandamiento un de las grandes obras de. la hist ria del cine, de corte intempor de recepción inmediata y refl xión eterna.

El c~o mwdamknto se emite hoy, versión original con subtítulos, dent del espacio Cine club dedicado a Ors Welles, a las 21.15, por TVE-2.

RTVE ha firmado un acuerd

con El Corte Inglés para comercializ ación en exclusiva sus programas en todos los fo matos de vídeo doméstico.

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