El cadáver del niño riojano desaparecido el jueves, encontrado en el río Ebro
El equipo de submarinistas de la comandancia móvil de la Guardia Civil de Logroño localizó ayer por la tarde, en el río Ebro, el cuerpo sin vida del niño José Luis Caballero, de cuatro años de edad. El pequeño desapareció a última hora de la tarde del jueves cuando salió a jugar con unos amigos a las afueras del pueblo.El cadáver del niño fue encontrado hacia las dos de la tarde en aguas del río Ebro, a su paso por la localidad de Rincón de Soto. Horas antes, los perros guías condujeron al equipo de búsqueda hasta la orilla del río Ebro, donde se encontraba un zapato del niño, que fue llevado hasta el domicilio de sus padres, quienes confirmaron que se trataba de uno de los que calzaba su hijo la tarde en que desapareció.
El lugar donde fue rescatado el cadáver, un pozo profundo del Ebro en el paraje de Tuero, se encuentra próximo a la desembocadura de una acequia de más de 1,5 metros de profundidad, en la que se cree que cayó el niño, cuyo cuerpo fue arrastrado por la corriente hasta el río.
El juez de la localidad de Calahorra procedió al levantamiento del cadáver pasadas las 14.30 de ayer, en presencia de algunos vecinos del pueblo que desde la noche del jueves han participado en las tareas de localización del niño. El cuerpo de José Luis fue trasladado al depósito de cadáveres de Rincón de Soto, donde esta mañana está previsto que se practique la autopsia por el forense de Calahorra, doctor Lanas.
A primeras horas de ayer, sábado, tres videntes se pusieron en contacto con los padres de José Luis Caballero comunicándoles que el niño podría encontrarse vivo en una caseta o chabola en las inmediaciones del lugar en el que desapareció el pasado jueves.
Coger fresas
El pasado jueves, José Luis fue a jugar a las afueras del pueblo junto a otros cuatro niños mayores que él. El grupo de niños fue a coger fresas de una huerta, cuyo propietario les echó el alto, y éstos empezaron a correr hasta el pueblo, bordeando la acequia. Según todos los indicios, el pequeño José Luis no pudo seguir a sus compañeros y cayó en esta acequia, que riega una importante zona de cultivos de la localidad.Los padres del niño viven de la venta ambulante de telas. La familia reside parte del año en Rincón de Soto y el resto en la localidad valenciana de Puerto de Sagunto (Valencia).
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