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Reportaje:

Una cita cada mes

Pese a los últimos estudios, no se conoce la causa de algunos trastornos de la menstruación

AZUCENA CRIADO Recientemente, la Audiencia Provincial de Oviedo ha considerado el ciclo menstrual como eximente en un caso de homicidio. Una sentencia similar originó hace cinco años un debate en EE UU sobre si un cambio biológico puede alterar tan profundamente el comportamiento de una mujer. A pesar de que han aumentado los estudios sobre el ciclo menstrual femenino, no se conocen las causas de esas alteraciones; los especialistas coinciden en que la violencia incontrolada se da únicamente en mujeres que sufren otros trastornos de la personalidad.

La menstruación sigue siendo un tema tabú en muchos sectores de la sociedad y, por ejemplo, hay mujeres que no se lavan la cabeza cuando están con el mes. "Es cierto que las depresiones y las enfermedades psicosomáticas se agudizan con la menstruación, pero a ello se añade una cultura que contempla la regla como una enfermedad, algo desagradable, impuro y sucio", dice Carmen Martínez Ten, ginecóloga en un centro de salud dependendiente del Ayuntamiento de Madrid."En el propio lenguaje que utilizan las mujeres se ven esos factores culturales", continúa Carmen Martínez Ten; "la regla se identifica con el hecho de ser mujer y, con frecuencia, al hacerles la historia clínica te dicen 'yo fui mujer a los 13 años', para señalar su primera menstruación. Se relaciona también regla y sexualidad y hay muchas mujeres que no tienen relaciones sexuales si están con el período menstrual".

Este fue el motivo alegado por la defensa de María Teresa Muñiz, la mujer procesada en Oviedo por la muerte de su amante. María Teresa, de 30 años, se opuso a mantener relaciones sexuales con Pablo Calderón, de 62 años, por hallarse en los días del ciclo menstrual. Esto desencadenó una acalorada discusión, con agresiones mutuas, hasta que María Teresa consiguió enrollar una corbata al cuello de Pablo Calderón, dejándole sin sentido.

"Cuando se trata de un caso así es muy difícil deslindar los problemas psicológicos propios de los añadidos por la regla, pero, evidentemente", dice Carmen Martínez. Ten, "los trastornos menstruales no provocan por sí solos una alteración tan grave de la conducta". De hecho en la sentencia se afirma que "la procesada presenta desde los 15 años, en que fue reconocida por un psiquiatra tras haber agredido a un hermano suyo, una personalidad histérico-neurática, con una gran agresividad, aumentada en la ocasión de autos por el ciclo menstrual, susceptible de producir, ante un ataque sexual, una reacción de cortocircuito totalmente desproporcionada".

Opiáceos

En los últimos años han aumento las investigaciones científicas sobre los factores que inciden en la menstruación y los trastornos más frecuentes en ella. La primera vez que se utilizó la expresión "tensión premestrual" para describir un síndrome de fatigabilidad, irritabilidad, falta de concentración y dolor asociado con la fase premenstrual del ciclo fue en 1931.

Algunos autores han postulado que los síntomas más comunes que anteceden o acompañan a la regla -entre los que se encuentra también estreñimiento o diarrea, aumento del apetito y depresión- están desencadenados por una brusca disminución en la sangre de los opioides endágenos (sustancias semejantes a la morfina que sintetiza el propio organismo). Esto estaría ocasionado, a su vez, por el descenso del nivel de las hormonas sexuales femeninas, los estrógenos. Esta tesis está avalada por estudios realizados con mujeres fértiles a las que, por alguna patología, se les habían extirpado ambos ovarios, que son los productores de estrógenos. Estas mujeres presentaron una disminución de las cantidades de beta-endorfina en la sangre.

Otras investigaciones sostienen, en cambio, que lo que realmente produce la irritabilidad y el cansancio es un desequilibrio en la relación existente entre los estrogénos y la progesterona presente en el organismo femenino.

También influyen en el síndrome premenstrual factores de tipo psicológico, como el estrés y las emociones. "No hay que olvidar que el útero y los ovarios están controlados desde la cabeza y, por tanto, en todas las alteraciones hay componentes psíquicos", dice Carmen Martínez; "esto se ve muy claramente en las chavalas jóvenes. Con frecuencia la mestruación es un motivo de preocupación, donde focalizan todos sus conflictos. La obesidad, por ejemplo, o las dietas adelgazantes influyen en la regla hasta el punto de que la pérdida brusca de ocho o nueve kilos puede provocar la desaparición de ella (amenorrea)".

Ausencia

La ausencia de menstruación, hemorragias abundantes y dolores que pueden incluso ser incapacitantes, son los trastornos más frecuentes de la menstruación. Cuando la regla se presenta acompañada de un dolor excesivo hay que descartar, ante todo, la existencia de un problema patológico, como infecciones o endometriosis. "Se ha hablado de que los dolores que no causados por una alteración de ese tipo se pueden deber a matriz infantil o varices en el útero, pero cada vez se ve más claro que esto tiene poca base. Sí es cierto, en cambio", dice Carmen Martínez Ten, .que son más frecuentes en mujeres que no tienen niños, menores de 25 años, y que están relacionados con la ovulación. Las mujeres con ciclos anovulatorios no tienen dolores".

"Se ha pensado también que se dan en mujeres con un umbral de dolor más bajo, e incluso que hay en ellos un componente psicológico de rechazo a la feminidad, Según un estudio realizado en Estados Unidos, el 67% de las mujeres que tienen reglas dolorosas eran hijas de mujeres que sufrían el mismo problema. Pero la hipótesis más científica", continúa Carmen, "es la que relaciona el dolor con las hormonas encargadas de la contracción del útero, denominadas prostaglandinas".

Para calmar este tipo de dolores se han realizado prácticas totalmente abandonadas actualmente, como la recesión del nervio presacro. En estos momentos, el tratamiento que ofrece mayores probabilidades de éxito son los inhibidores de la prostaglandina. Pero lo más habitual es el uso de analgésicos, espasmolíticos y anovulatorios. "Es muy importante también", concluye Carmen Martínez Ten, "informar a las jóvenes, explicándoles claramente qué es lo que pasa en la menstruación y desechar esa idea de suciedad, imperante hasta ahora".

Límites variables

"Cuando se habla de trastomos menstruales, hay que tener en cuenta que los límites de la normalidad en la menstruacción son bastante extensos, con variaciones importantes en mujeres consideradas como sanas", según la ginecóloga Carmen Martínez Ten.Habitualmente se considera que el ciclo menstrual tiene una duración de 28 días, pero son normales también todos aquellos ciclos que se presentan con una periodicidad que oscila entre los 21 y los 35 días. En cuanto a la duración de la hemorragia menstrual ocurre algo similar; lo más frecuente es que sea de cuatro días, pero en los límites de la normalidad se admite una oscilación que abarca desde dos hasta siete días.

A las mujeres les preocupa especialmente la aparición de la primera regla, que marca el inicio de la vida fértil, y la retirada definitiva, con lo que se entra en la menopausia. No hay ningún motivo de preocupación si la regla no se presenta antes de los 16 años. Si sigue sin aparecer entre los 16 y los 18 años, se considera que hay una menarquia tardía, y sólo a partir de los 18 años se inicia un estudio para conocer los motivos de la amenorrea primaria (ausencia de menstruación).

La menopausia se produce normalmente entre los 45 y los 55 años, pero la mejora de la calidad de vida se está reflejando en una prolongación de la vida fértil y, por tanto, en una retirada cada vez más tardía de la menstruación.

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