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Los ejércitos de la OTAN se 'feminizan'

Los ejércitos de la OTAN tienden a feminizarse, y en Grecia, por ejemplo, acaba de salir de la Academia del Aire la primera mujer diplomada. Mientras, en España, la joven Ana Moreno ha visto su solicitud de ingreso en una institución similar rechazada por el Ministerio de Defensa. Éstos y otros datos han sido debatidos en Bruselas por 60 mujeres oficialas de 13 de los 16 países de la Alianza Atlántica en la 13ª conferencia del Comité del Personal Femenino en las Fuerzas Armadas, reconocido oficialmente en la OTAN.

Las 273.000 mujeres que actualmente visten el uniforme representan el 4,7% de los efectivos castrenses de la OTAN, pero ninguna forma parte aún de unidades de elite destinadas en el frente ni tampoco desempeña un puesto de responsabilidad en los mandos de la Alianza Atlántica, aunque esta última posibilidad parece bastante más cercana que su incorporación a las brigadas de choque.Las norteamericanas son las más numerosas en sus fuerzas armadas, donde las 220.000 mujeres representan más del 10% de sus efectivos; y en los ejércitos que permiten el ingreso del sexo débil en cuerpos no civiles, las turcas son las menos numerosas. En Turquía no existen, desde 1955 impedimentos legales para que una ciudadana efectúe una carrera castrense, pero el peso de la tradición en este país musulmán explica que apenas 63 mujeres la hayan elegido sobre un total de 815.000 militares.

Algunos países, como Italia y España, no autorizan todavía la incorporación a filas de personal femenino, o si lo hacen, como la República Federal de Alemania y Portugal, las mujeres son exclusivamente contratadas como enfermeras, aunque a veces efectúan misiones peligrosas, como el rescate de heridos en plena batalla protagonizado por las asistentas lusas durante las guerras coloniales. En los demás Estados miembros de la OTAN las enfermeras civiles o militares adscritas a los ejércitos, como lo son en España las Damas Auxiliares de Sanidad Militar, no están en vías de desaparición, pero las nuevas reclutas optan, según explicó en Bruselas la generala de brigada norteamericana Wilma L. Vaught, por "la variedad y la movilidad".

Así se explica que la tripulación de dos fragatas holandesas sea mixta y que a bordo de los guardacostas noruegos haya oficialas permanentemente embarcadas, como también las hubo en su día en varios buques de guerra franceses que patrullaban a lo largo de la costa de Líbano para apoyar al contingente galo allí destinado. En Francia y en Holanda algunas mujeres son incluso pilotos de helicóptero o de avión de entrenamiento, y el año pasado la holandesa Nelly Speerstra fue la primera de su sexo que tomó los mandos de un cazabombardero. El bajón demográfico que sufre el viejo continente y la lacra del paro inducen a prever que el personal femenimo de los ejércitos aumentará. A ello hay que añadir que las pruebas psicológicas parecen indicar, según la oficiala británica Kelseu Fletcher, de la Royal Navy, que las mujeres están mejor dotadas para todo lo referente al "lenguaje, la comunicación y los trabajos escritos". Sólo necesitan, comenta Vaught, "poder beneficiarse de algunas disposiciones especiales por maternidad". En 20 años, el número de mujeres en los ejércitos de la OTAN se ha quintuplicado.

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