La carrera electoral se centra en la inseguridad ciudadana
EL PAÍS La inseguridad ciudadana es el problema que más preocupa a los madrileños, según se desprende de una encuesta municipal realizada en 1984. Y los partidos se han aprendido bien la lección: todos proponen que la policía salga a la calle. ,Policía de barrio, policía de a pie, policía de manzana..-. Distintas denominaciones, idénticos contenidos. Todos, desde AP a Izquierda Unida, coinciden en la fórmula mágica contra la droga y la delincuencia.El PSOE promete 1.000 nuevos policías patrullando por Madrid y una mayor coordinación policial a través de la Junta de Seguridad Local. Eso sí, garantizando siempre "el ejercicio de la libertad".AP propone la misma fórmula -"tanta libertad como seguridad"- con no muy distintos ingredientes: menor tolerancia con el tráfico de drogas, coordinación de las fuerzas de seguridad del Estado...Izquierda Unida pone la nota original: la creación de una concejalía antidroga. La candidatura encabezada por Ramón Tamames pide además la revisión del Plan de Prevención de la Delincuencia y Ia agilización de los trámites. de denuncia. El CDS y el Partido de los Trabajadores de España (PTE-UC) insisten también en la policía de barrio.
Contaminación y ruido
Que Madrid es una ciudad ruidosa no es nada nuevo. Ésta era la segunda preocupación de los madrileños en 1984, según la citada encuesta municipal. Le seguían, por este orden, la falta de zonas verdes, la ausencia; de servicios sociales y culturales, el tráfico y la existencia de población marginada. Otras dos preocupaciones, la vivienda y los impuestos, se han añadido en los dos últimos años a la lista negra.
Agustín Rodríguez Sahagún (CDS) y José María Álvarez (AP.) del Manzano tienen una misma obsesión: acabar cuanto antes con las chabolas. Por su parte, Izquierda Unida propone grandes inversiones en vivienda pública para alojar a familias chabolistas.
El PSOE se compromete, a seguir el mismo ritmo de construcción de viviendas para ciudadanos de menores ingresos y apuesta, al mismo tiempo, por los grandes proyecto s urbanísticos: Campó de las Naciones, parque lineal del Manzanares, Madrid Sur.... Las fronteras- existentes entre el norte y el sur de la ciudad" a nivel de equipamientos y calidad de vida, se convertirá seguramente en otro punto polémico en plena campaña electoral.
Si difícil es encontrar la solución al problema del tráfico, más difícil es convencer a más de un millón de conductores que atraviesa Madrid. Todos coinciden en la necesidad de potenciar el transporte público y en abaratar las tarifas para estudiantes y tercera edad. Las discrepancias surgen cuando se habla de la ampliación de la ORA (prevista por el PSOE, con la oposición de Izquierda Unida y Alianza Popular), la construcción de aparcamientos o las zonas peatonales.
