"Los trabajadores deben estar presentes en la vida política"
A Santiago Carrillo no le hacía mucha ilusión encabezar la lista de su partido al Parlamento Europeo, pero no le quedó más remedio que hacer caso a sus camaradas del Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista. Las razones que le dieron y que finalmente le convencieron se basaban en que su elección como cabeza de lista era, de momento, la única manera de saltar la barrera del extraparlamentarismo que arrastra el partido desde que en las pasadas elecciones generales no consiguieron ningún diputado. Carrillo se presentará en esta campaña como un político de prestigio, haciendo valer su peso en la vida política española, por encima de rencillas comunistas y en defensa de los intereses nacionalesEl Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista, cuyo congreso constituyente se celebró, el pasado mes de febrero, sobre la base de la Mesa para la Unidad de los Comunistas, creada por Carrillo tras su salida del PCE, necesita lograr cerca de 70.000 votos más que los recogidos en las pasadas elecciones legislativas a nivel nacional para que su presidente resulte elegido eurodiputado. Entonces obtuvo unos 230.000 votos.
Viejo corredor de fondo
Sin embargo, Santiago Carrillo, presidente del partido, no se amedrenta tan fácilmente y continúa haciendo gala de una enorme e inagotable tenacidad pese a sus 72 años. "Personalmente puede que sea mi última oportunidad a nivel político. Yo no digo ni que sí ni que no. El partido es un proyecto a medio plazo, que es la reconstrucción del partido comunista. Todo lo más que podría pasar [en caso de no resultar elegido curodiputado] es que los cabezas de candidaturas sean otras personas. Yo, a nivel personal, continuaré con mi proyecto político".,El PTE-UC tiene puestas todas sus esperanzas en aquellos votantes que no tuvieron ocasión de votar a Carrillo en Madrid en las elecciones generales y tienen ahora la oportunidad de rescatarlo para Estrasburgo en unos comicios que no supondrán una alteración del mapa político interno.
En este sentido, Carrillo va a presentarse en esta campaña europea en un papel de político de peso, en defensa de los intereses nacionales y por encima de las rencillas entre las distintas familias comunistas. "La campaña la vamos a hacer de manera positiva. Haremos una crítica de la política del Gobierno y contra la forma como se hizo el tratado de adhesión con la Comunidad Europea, pero sin caer en el antisocialismo y huyendo de plantear ataques a otras formaciones políticas que puedan competir con nosotros", dice Carrillo.
Carrillo y los dirigentes de su partido se plantean la obtención del acta: de eurodiputado como una manera de estar presente en la vida política española, en las instituciones representativas, aunque sea a mas de 1.500 kilómetros de Madrid. "Los trabajadores deben de estar presentes en la vida política", dice.
Su papel en el Parlamento Europeo lo ve útil y claro. "En la actualidad el Parlamento Europeo tiene escasos poderes, pero es una tribuna desde donde lanzar ideas sobre los problemas de Europa y el porvenir del proyecto europeo. Hay que crear la conciencia de que problemas tan serios como la paz en Europa, el desarrollo tecnológico y el paro necesitan de- soluciones a escala europea. En este sentido, el Parlamento Europeo tiene que ir avanzando, ya que está llamado a tener un papel mayor del que, desempeña ahora. La Coinunidad Europea necesita democratizarse y dejar de estar dirigida por los eurócratas".
La presentación de candidatos de prestigio en estas elecciones tiene para Carrillo una doble vertiente. Por un lado refleja la importancia que se le da a estos comicios en nuestro país, y por otro dan la impresión de estar concebidas también como una lucha por la política a nivel interno. Incluso su partido se plantea su presencia en Estrasburgo como un elemento de influencia en la política interna, a,falta de representación institucional en nuestro país.
Para,el líder comunista, que ha ejercido de periodista parlamentario en lo que va de legislatura, su llegada a Estrasburgo supondría una vuelta, "aunque con pasaporte y billete de vuelta", a la representación ejercida durante los últimos años del franquismo en las instituciones europeas. "Desde mi exilio en París fui un representante permanente español ante esas instituciones". Además juega con una ventaja, según él, que es la de ser uno de los políticos españoles más conocidos en Europa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.