Los suboficiales de Tierra y Aire han boicoteado la caseta militar de la feria de Jerez
La práctica totalidad de los suboficiales de los Ejércitos del Aire y Tierra destinados en Jerez han boicoteado con su ausencia la caseta de lona instalada en la Feria del Caballo por los oficiales, mientras que estos últimos han disfrutado durante los días de la feria jerezana de la antigua sede del club social de Rumasa, la caseta estable más lujosa del recinto ferial y asignada al Ministerio de Defensa por parte del ayuntamiento "sin distinción de armas ni escalas".
El 24 de noviembre de 1986 el ayuntamiento llega a un acuerdo con el Ministerio de Defensa y como compensación por derribos, además de pagar algo más de cuatro millones de pesetas, le cedió una edificación que, hasta la expropiación de Rumasa, era sede del club social de la fundación de Ruiz Mateos. La caseta, aunque realmente no es un término apropiado, comprende un edificio de dos plantas con 1.093 metros construidos y fue cedida por un plazo de 36 años. Según el texto original del acuerdo, el ayuntamiento cedió la caseta "al Ministerio de Defensa sin distinción de armas ni escalas", pero la realidad ha sido otra durante la feria.
Los oficiales, usando una parcela de 500 metros cuadrados, contiguos a la caseta de Rumasa, se encargaron de ubicar una de lona al tiempo que prohibían el acceso de los suboficiales y sus familias a la caseta asignada al Ministerio de Defensa. El colectivo de suboficiales de Jerez decidió, no sin cierto temor a represalias, no acudir a la caseta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.