La anciana muerta regresaba de celebrar las bodas de plata de un sobrino

Carmen Pascual Carrillo, de 79 años de edad, viuda, regresaba de una fiesta familiar -las bodas de plata de un sobrino- cuando fue alcanzada y muerta por la explosión del coche bomba situado frente a la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, y relativamente cerca de donde vivía, en la calle de Francisco Ricci, número 10, 3-9, centro izquierda.La anciana vivía con su hija, María de los Ángeles Ibáñez Pascual, de 46 años, también herida de consideración en el mismo atentado, y de sus dos nietas, Marta y Cristina. Carmen Pascual resultó alcanzada por la explosión en la cabeza, con traumatismo craneal y pérdida de masa encefálica. Fue trasladada al hospital Clínico, pero los médicos no pudieron hacer nada por su vida. Su hija, María de los Angeles, fue trasladada a La Paz, donde fue operada de una espectacular herida que le cruzaba el rostro desde la oreja hasta la nariz.

En el Hospital Primero de Octubre se encontraban las otras dos personas que iban en el vehículo, un Citroën GS, blanco. Luis María Vilarrasa, de 41 años, sobrino de la fallecida, y la esposa de aquél, María del Carmen Fernández, de 38 años.

Luis María Vilarrasa resultó alcanzado también en la cabeza, en el lado derecho, y fue operado por los cirujanos de maxilo-facial. Su hermano, José María Vilarrasa, se encontraba en el hospital y comentó que su estado era grave y se temía que perdiera el ojo derecho.

Vestida de cóctel

María del Carmen Fernández sólo resultó herida muy levemente en una pierna. Se le hizo una cura y estaba aguardando el resultado de la intervención quirúrgica de su esposo. La mujer, rubia, vestida de cóctel, con traje negro y camisa de encaje blanca, se mostraba muy nerviosa y afectada por lo sucedido. María del Carmen Fernández sólo afirmó que no se acordaba de nada, excepto de haber sentido un fuerte golpe.

Otros familiares de la anciana afirmaron que era una mujer muy vital, que aparentaba menos años que los que tenía, aunque apenas salía de casa. "El sábado por la noche salió después de mucho insistirle, porque la familia celebraba una fiesta por las bodas de plata de José María", dijeron. "Es lamentable lo que ha sucedido. Dicen que están en contra del régimen, pero luego matan a gente inocente", añadieron.

La capilla ardiente con el cuerpo de Carmen Pascual Carrillo quedó instalado en a las cinco y media de la tarde de ayer en el Tanatorio Municipal de Madrid. Los familiares de las víctimas, que manifestaron a la agencia Efe, que no querían que se politizara este asesinato, trasladaron el cadáver de Carmen Pascual desde el Instituto Anatómico Forense hasta el velatorio número 17 de los servicios funerarios municipales, situados en las inmediaciones de la M-30 madrileña.